
La incertidumbre se ha adueñado de los mercados de Europa entre las guerras y el mayor ciclo de subidas de tipos de la historia del BCE. A pesar de que no hay grandes caídas en los últimos meses en la renta variable y, de hecho, prácticamente todas las plazas europeas acumulan ganancias este 2023, una calma tensa se ha instalado en los mercados financieros ante las fuertes subidas de tipos del BCE, los desafíos geopolíticos como la guerra de Israel y Hamás en Oriente Medio y las amenazas de desaceleración económica. Todas estas 'advertencias' han congelado las salidas a bolsa, han provocado que las que ya había programadas decidan detener sus planes.
En las últimas semanas, los retrasos de salidas a bolsa se han multiplicado. El grupo francés de software, Planisware, tenía previsto su debut bursátil este mes. La operación ya estaba completamente planeada y habría supuesto el mayor estreno de la bolsa de París en más de dos años. La compañía ya había empezado a recibir suscripciones a los 15 millones de acciones, que iba a poner en circulación. El precio se situaba entre 16 y 18 euros por título, valorando a la empresa hasta los 1.250 millones de dólares. A pesar de todo, el consejero delegado y fundador de la firma, Pierre Demonsant, anunció que paraban por completo la emisión debido a que "el entorno del mercado se ha deteriorado y ha llevado a los inversores a ser demasiado cautelosos".
El caso de esta firma de software galo no ha sido el único. El contratista alemán en el sector de defensa, Renk, famoso por sus piezas de tanques y barcos, peleaba recaudar 1.000 millones de dólares en noviembre con su salto a la bolsa de Fráncfort. A los pocos días del anuncio de la firma francesa, esta también ha parado máquinas. Esta OPV generó mucho revuelo en Alemania, pues, con una facturación anual de 850 millones de euros, parecía tenerlo todo para crecer aprovechando el repunte de la industria armamentística. "En los últimos días el entorno de mercado se ha ensombrecido notablemente" por lo que "tanto la empresa como los inversores valoraremos la opción de realizar esta OPV en una fecha posterior", explicó la empresa en su último comunicado.
Aunque la operación más mediática que ha terminado en el congelador ha sido de otra firma de Alemania, DKV Mobility. Esta empresa, especializada en el negocio de los peajes, pensaba debutar en el mercado con un valor de 4.000 millones, según la valoración de CVC. El anuncio se produjo también la semana pasada. En total, tres grandes operaciones se han caído en las últimas semanas.
El primer semestre de 2023 se ha saldado con un desplome del 42% de las OPV europeas
En el segundo trimestre de 2023 las salidas a bolsa apenas recaudaron 1.300 millones, según datos de la Asociación Europea de Mercados Financieros (AFME, por sus siglas en inglés). El primer semestre del año se ha saldado con un desplome del 42%, lo que representa las peores cifras registradas en ese periodo desde 2009, cuando la crisis de Lehman Brothers había provocado un descalabro en los mercados y el sector financiero. En aquel entonces el mundo se preparaba para unos años complicados y las empresas se encontraban el mercado cerrado. Por su parte, las SPAC, vehículos de inversión que captan dinero de manera previa antes de fusionarse con otra compañía que quiere cotizar en bolsa, han pasado de 3.200 millones el segundo trimestre de 2021 a solo 900 millones de euros el primer semestre de este año.
Los expertos tienen claro el motivo detrás "Estamos en aguas turbulentas en este momento, por lo que cualquier cosa que no esté realmente bien anclada por inversores a largo plazo va a tener problemas", dijo Andreas Bernstorff, director de Mercados de Capitales de Valores para Europa, Medio Oriente y África (EMEA) de BNP Paribas en declaraciones a Reuters.
Estas 'aguas turbulentas' se venían fraguando desde mediados de 2022. El Banco Central Europeo parece haber finalizado este mes de septiembre su ciclo de subidas de tipos dejándolos en el 4,5%. La institución presidida por Christine Lagarde ha llevado a cabo 10 alzas consecutivas, sumando 450 puntos básicos en solo 14 meses. A pesar de que esta parece ser la última, el propio BCE ha dejado claro que "la inflación se mantendrá alta un tiempo pero, con los tipos de interés actuales mantenidos durante un periodo largo, se podrá lograr el objetivo".
El resto de declaraciones han ido siempre en línea con unos tipos altos durante un largo periodo de tiempo. En ese sentido, la incertidumbre respecto a como este entorno afectará a la economía europea se ha instalado en el ambiente. En las últimas previsiones de la Comisión Europea se rebajaron a la baja dándole a la eurozona un crecimiento para 2023 de solo el 0,8%, mientras la inflación se mantiene estancada en el 5,6%. En ese sentido, países tan importantes como Alemania, motor económico de la región, se encontrarían en recesión, viendo retroceder su economía un 0,4% en 2023. Por su parte, los últimos datos PMI europeos se mantienen claramente en zona de contracción.
Al margen de las previsiones macroeconómicas y el delicado contexto con los bancos centrales, un nuevo desafío se ha presentado ante las economías europeas. El aumento de la tensión geopolítica en Oriente Medio con el ataque de Hamás a Israel y la posterior escalada militar, está empujando el precio del barril y amenaza con sacudir los planes de los bancos centrales, encendiendo con el crudo la inflación. El propio vicepresidente del BCE, el español Luis de Guindos, explicó que tras los acontecimientos "el entorno macroeconómico está sujeto a una enorme incertidumbre y nadie sabe lo que va a pasar en el futuro".
"Hasta que no se reduzca la incertidumbre en relación con los tipos de interés, la inflación y los problemas geopolíticos, no tendremos una situación bursátil adecuada para sacar empresas a Bolsa"
Todo esto ha sido clave para hacer que las empresas se piensen dos veces eso de saltar a cotizar en los mercados europeos. Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance, defiende que "si vas a vender una parte de tu empresa al público, tratarás de venderla al mejor precio posible. Y ese precio sólo se consigue en mercados claramente alcistas, lo cual actualmente no es el caso". Y añade: "Hasta que no se reduzca la incertidumbre en relación con los tipos de interés, la inflación y los problemas geopolíticos, no tendremos una situación bursátil adecuada para sacar empresas a bolsa".
Desde Panza Capital explican que "es habitual que muchos procesos de salida a bolsa se cocinen en la parte alta del ciclo de negocio de una compañía, lo que suele llevar aparejado tanto unas estimaciones de beneficios como unas valoraciones muy exigentes. No es extraño que, ante cualquier incertidumbre sobrevenida, estas estimaciones generen dudas en los compradores, lo que a su vez, paraliza la propia iniciativa de salida a bolsa ante un potencial desinterés comprador que amenaza el éxito de la colocación".
Con todo, a pesar de las dudas respecto a un entorno alcista, la evolución de los mercados europeos no muestra un entorno de grandes caídas por le momento. El selectivo paneuropeo, EuroStoxx 50, ha retrocedido el último mes un 2,23% y lleva una caída del 7% desde sus máximos del año en julio. Por su parte el Dax alemán cede un 3,13% en el mes y también cae un 7% desde máximos en julio. En los últimos 30 días otras bolsas como la francesa, la española y la italiana ceden un 3,62%, un 2,15% y un 0,58% respectivamente.
"Las valoraciones en Estados Unidos suelen ser de inicio más altas, en particular para las empresas tecnológicas que empiezan sin ser rentables"
Sin embargo no es solo la situación actual de los mercados. Otros expertos creen que otros motivos también han contribuido al desploma de salidas a bolsa para este año. "Existe un tema recurrente: algunas empresas europeas prefieren cotizar en el extranjero porque hay mejor liquidez en Estados Unidos", dijo Julio Suárez, director de investigación de AFME. "Estructuralmente, los mercados de capitales estadounidenses son más atractivos para el capital de riesgo".
Desde hace varios años las empresas europeas han visto en Estados Unidos un destino favorable para debutar en bolsa antes que en sus propios mercados locales. En 2021 las empresas europeas registraron su mayor número de OPIs en EEUU en más de dos décadas, según datos de Bloomberg. "Las valoraciones en Estados Unidos suelen ser de inicio más altas, en particular para las empresas tecnológicas que empiezan sin ser rentables", explicaban los analistas de General Investment. Craig Clay, presidente de Global Capital explica que "grandes empresas europeas como ARM, CRH, Ascential están cambiando europa por EEUU" debido a que "hay una mayor reserva de inversores por lo que accedes a una mayor liquidez y mejores valoraciones".
Al margen de las ventajas de cotizar en EEUU, otro factor que estaría desincentivando las salidas a bolsa en Europa es la potencia del capital riesgo. Duncan Lamont, responsable de análisis estratégico de Schroders, explica que "muy pocas empresas han querido entrar en bolsa, y un flujo constante la ha abandonado, principalmente después de haber sido adquiridas". En ese sentido, el experto incide en que "el capital riesgo ha pasado de ser un mercado de 600.000 millones de dólares a principios de la década de 20002 a superar los 7,5 billones de dólares en 2023". Este crecimiento es "otra razón importante por la que las empresas han dado la espalda a cotizar en bolsa" dado que "tienen una fuente de financiación más accesible, una que carece de muchos inconvenientes de convertirse en una empresa pública".