
La asamblea de socios del FC Barcelona no votará el próximo sábado la salida a bolsa de Barça Media, como parecía inicialmente previsto cuando se anunció la intención del club de explorar su asalto al Nasdaq. Desde que en agosto se hizo pública la operación -que sirvió además para desbloquear parte del fair play financiero necesario para inscribir jugadores- el movimiento se ha movido entre traspiés por parte de los aliados de la entidad y la ralentización por parte del club. Primer el fondo Libero no abonó en tiempo los 40 millones previstos y ahora Mountan & Co, la SPAC que debía vehicular la jugada, se enfrenta a problemas por la retirada de algunos accionistas. El Barça por su lado ha pisado el freno en el proceso hasta tenerlo más maduro.
Lo cierto es que la operación ya nació enmarañada. Barça Media es la división que agrupa, en gran parte, los activos de Barça Studios, la unidad de negocio que el conjunto presidido por Joan Laporta ya usó como palanca en verano de 2022 para obtener 200 millones de euros al vender el 24,5% de las acciones a Socios.com e idéntico porcentaje a Jaume Roures. El problema es que el calendario de pagos nunca se llegó a ejecutar. Solo pagaron 10 millones cada uno.
Según cuentan desde el entorno de los inversores, se acordó que se podría dar entrada a terceros con el acuerdo inicial, algo que no se explicó en su momento. Así, este agosto, el fondo alemán Libero Football y otro vehículo que no ha trascendido -lo hará si sale a bolsa- asesorado por NIPA Capital se hicieron con aproximadamente el 30% del capital al recomprar buena parte de los títulos a los recién llegados.
Con ello, la entidad se pudo anotar un beneficio contable en la temporada 2022/2023 de 200 millones al revalorizar el 51% de la sociedad que mantiene. Una cantidad clave para cerrar la campaña con unas ganancias de 304 millones.
En paralelo, el Barcelona emprendió un camino con la creación de Barça Media –la fusión de Barça Studios, Barça Vision y Barça eSports- para sacarla a bolsa de la mano de la SPAC Mountain & Co. El plan, como avanzó elEconomista.es, pasaba por crear una nueva sociedad en Países Bajos para tributar con el objetivo de alcanzar una valoración de 1.000 millones de euros, según la información facilitada a los inversores.
La entrada de Libero sí sirvió para desbloquear parte del 'fair play' congelado por LaLiga
Sin embargo, la historia se repite y Libero Football no ha ejecutado el pago de 40 millones con los que la entidad contaba. Por el camino, eso sí, volvió a desbloquear parte del fair play que LaLiga había congelado tras replantearse la operación anterior –no afectó a nuevo fair play-.
El vicepresidente económico del conjunto azulgrana, Eduard Romeu, explicó este miércoles que la operación se podía haber afrontado, pero con unas contrapartidas que no estaban dispuestos a asumir. "Podríamos tener los 40 millones de Libero, pero en unas condiciones que no eran buenas para el club", defendió.
¿A qué se refiere con las contrapartidas? Precisamente a una salida a bolsa antes de lo esperado. El Barça y Mountain & Co tenían hasta el 10 de octubre para avanzar con la entrada al Nasdaq, pero rápidamente aplazaron los plazos, que hoy son ya a medio y largo plazo.
"Queremos tenerlo más maduro, no nos podemos permitir que el producto se devalúe al salir a bolsa", explicó Romeu. Con este cambio de calendario, los 40 millones de Libero se retrasaron hasta, máximo, el 31 de diciembre. Con el pie en el freno, en los próximos meses aspira a dotar a Barça Media de mayor contenido y alianzas con socios comerciales. Trabajarlo internamente para que el salto al mercado sea con mayor músculo.
Tras el 'boom' de hace dos años, ya son mayoría las SPAC que optan por devolver su dinero a los accionistas
Pero más allá del caso particular del club, el mundo SPAC, además, sufre un enfriamiento frente al boom de 2021 y la primera mitad de 2022. La sequía de operaciones y la imposición de nuevos tributos provocaron su liquidación en masa. En el caso del aliado azulgrana no fue diferente. A pesar de sí tener una inversión que ejecutar, las dudas y la falta de interés por el producto provocó que parte de los inversores originales solicitasen su dinero de vuelta en la última junta de accionistas.
La salida hizo reaccionar a la SEC –el regulador bursátil estadounidense- que, según consta en sus registros, le advirtió de que ya no contaba con los requisitos para cotizar al contar con menos de 400 inversores y le dio 45 días para presentar un plan alternativo.
Libero presionaba para salir a bolsa en un momento en el que, pese al clamor de firmas que lo estudian, ninguna gran empresa española se ha atrevido a dar el paso. "No es que sea una mala opción, simplemente no es el momento", dijo en una entrevista reciente.
La situación actual del mercado de NFT y 'blockchain' tampoco ayuda a alcanzar la valoración soñada de 1.000 millones
La última empresa española en utilizar una SPAC para saltar al mercado fue QEV –la firma escogida para reindustrializar Nissan Zona Franca- que se alió con AZ Capital para salir al Euronext Ámsterdam. No se puede decir que haya causado furor: el valor de las acciones no se ha movido ni un céntimo en las dos semanas que lleva en el mercado.
Esta situación se suma al momento en el que las criptomonedas y los activos NFT –parte del contenido de Barça Media- se han deshinchado y la incertidumbre todavía permanece en unos mercados a los que la subida de tipos les ha dificultado acceder a capital. Con ello, parece complicado alcanzar la valoración de 1.000 millones de euros a la que se aspiraba a pesar de aglutinar también las producciones audiovisuales temáticas y el canal OTT del club, lo que será el principal activo de la sociedad. De ahí la búsqueda de más certezas con nuevos partners. En el paquete estarán también los equipos de eSports y los ingresos de los eventos físicos -como conciertos- que se organicen en el Camp Nou u otros espacios del club.
A pesar de las dudas, la junta de Laporta confía en que el valor de la marca Barça sirva para apuntalar la valoración.
La asamblea de socios del próximo sábado no votará la cuestión -es un requisito indispensable para aprobarse-. Y, aunque el presidente tiene el comodín de convocar una sesión extraordinaria, no parece que los propietarios del FC Barcelona vayan a tener que ocuparse de esto en el corto plazo.