Madrid
Un etiquetado más comprensible para el inversor en los fondos relacionados con la sostenibilidad, para evitar la confusión a la que actualmente pueden inducir determinados productos en su denominación. Fue la petición que reiteró ayer Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, durante su intervención en el XIII Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva, organizado por Deloitte y la APD. "Los términos Artículo 8 y Artículo 9 no significan nada para el común de los inversores porque no se crearon como etiquetas para identificar productos, sino como requisitos de transparencia y divulgación", señaló.
Tal ha sido la confusión en este terreno que muchas gestoras han debido reclasificar sus productos supuestamente más sostenibles, los que entrarían bajo la etiqueta de Artículo 9, para evitar no cumplir con la normativa. Y la Comisión Europea se encuentra en fase de consulta pública hasta diciembre para homogeneizar la clasificación.
"Unas etiquetas armonizadas pueden jugar un papel muy importante en el esfuerzo de clarificar y ordenar la información que el inversor recibe", subrayó Buenaventura, quien destacó como en la industria española no se ha producido un proceso de reclasificación tan fuerte como en otros países, pese a que las inversiones sostenibles ya acumulan un volumen patrimonial de 120.000 millones de euros, divididos en 333 fondos de artículo 8 y 18 fondos de artículo 9.
Aparte de unas etiquetas más comprensibles, una mayor claridad en la denominación de estos fondos también sería deseable, a juicio del presidente de la CNMV, porque "el nombre figura en todos materiales comerciales y a veces es lo único que el cliente recuerda".
Buenaventura reconoció que todo el proceso normativo producido en los últimos años para que las firmas de inversión se adaptan a la nueva regulación en materia de sostenibilidad, tanto por el lado de los productos de inversión como por el lado de la información no financiera, puede "generar una sensación de cierta fatiga regulatoria y explicó que el supervisor ha adoptado una actitud de "revisiones horizontales" antes que sancionadora. Pero advirtió de que la "incorporación de la sostenibilidad al sector financiero no tiene vuelta atrás".
Desde el lado de las gestoras, se recordó que pese a la avalancha regulatoria no se debe olvidar que el objetivo a largo plazo es la transición hacia una economía más sostenible, que no debe confundirse solamente con los temas ambientales. "La transición energética ordenada va representar una parte importante del crecimiento económico en los próximos años", subrayó Javier Díaz, responsable de ventas de BlackRock en España.