Las turbulencias han llegado a la renta fija y a la bolsa después de las últimas decisiones de los bancos centrales, al son de la Reserva Federal (Fed). Aunque mantener los tipos de interés, en principio, es una buena noticia para ambos valores, con lo que se ha quedado el mercado es con el mensaje de que el ciclo restrictivo no ha finalizado, sino que solo se extiende en el tiempo.
Las bolsas europeas han recogido ese testigo con caídas superiores al 1%. El Ibex 35 ha bajado un punto hasta los 9.548,9 puntos. El EuroStoxx 50 ha perdido un 1,4% sobre los 4.210 enteros y el Dax ha retrocedido un 1,3% hasta los 15.570 puntos.
A nivel técnico, el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero, pide vigilar la resistencia del EuroStoxx 50 de los 4.170 puntos. "La incapacidad manifiesta del índice de batir esa resistencia está provocando que, de nuevo, veamos una caída que habrá que ser muy vigilada ya que, si perfora el soporte, me temo que podríamos acabar asistiendo a una caída mayor", explica.
En Wall Street, el S&P 500 baja un 1% hasta los 4.356 puntos. El Dow Jones cae medio punto hasta las 34.268 puntos y el Nasdaq 100 pierde un 1,2% hasta los 14.795 puntos.
También el bono estadounidense ha digerido la decisión de la Fed de mantener los tipos de interés con ventas. Jerome Powell sitúa el techo de los tipos 25 puntos básicos más arriba que su nivel actual, con la tasa de referencia en el 5,25-5,5% y en el 5,5-5,75% al final del ciclo.
La rentabilidad del T-Note, el bono a diez años, ha renovado máximos anuales y asciende a un nivel no visto desde 2007. A cierre europeo, avanza más de un 1%, el reverso de la caída de su precio, hasta el 4,46%. Aunque a esta hora el bono estadounidense a dos años sube, su retorno alcanzó ayer nuevos altos del año y niveles no vistos desde 2006. Su yield se sitúa en el 5,13%.
Siguiendo la batuta de Estados Unidos, la renta fija registra ventas en Reino Unido y Europa. Este jueves, el Banco de Inglaterra (BoE) ha dejado los tipos de interés en la misma cota, como hizo ayer la Fed. Y los bonos británicos interpretan lo mismo, al caer y calentarse sus rentabilidades. Que la restricción monetaria no ha finalizado, sino que durará más.
El gilt (bono británico) a diez años está muy cerca de máximos del ejercicio. Su retorno gana un 2,2%, el reverso de la caída del precio, hasta el 4,3%. La rentabilidad del título a dos años asciende un 0,6% en el 4,86%.
En Europa, en España y en Alemania, los bonos tampoco contemplan el fin del ciclo de subidas y descuentan aún recorrido para los tipos. En nuestro país, la referencia a diez años renta un 3,79% tras repuntar un 0,24% a cierre. El bono a dos años da un 3,66%, rozando su nivel más alto y su precio más bajo del año, al avanzar un 0,5%.
En Alemania, el retorno del bono a diez años se calienta un 0,7% hasta el 2,73%. De nuevo, cerca de su mayor nivel del ejercicio. El yield del título a más corto plazo se ha dado la vuelta y baja al terminar la sesión europea, hasta el 3,25%.
¿Qué está pasando en el mercado?
El mercado de bonos está reaccionando al movimiento de la deuda de EEUU. Las rentabilidades de casi toda la curva de los bonos del país se han calentado tras el ajuste de coordenadas que realizó ayer la Fed en su reunión de tipos. El banco central siguió el guion previsto al no tocar los tipos de interés, pero modificó ligeramente de una manera restrictiva las expectativas de tipos para los próximos meses, ya que los recortes empezarán algo más tarde.
La Fed publicó su famoso Dot Plot y previsiones para los próximos años. El diagrama de puntos confirmó que todavía faltaba una subida más este año que llevará los tipos a un rango entre el 5,5% y el 5,75%. Y eso es principalmente lo que justifica el repunte de los intereses en la curva americana y lo que replican los bonos europeos.
Las previsiones económicas, además, dieron alas a un mayor endurecimiento de la política monetaria. La Fed mejoró sus previsiones para el Producto Interior Bruto (PIB) y el empleo, y apenas tocó los niveles de inflación previstos. Un escenario que juega a favor del argumentario de poder seguir apretando las tuercas a la economía hasta que la Fed doble el pulso de la inflación. De hecho, la lectura que hace el mercado es que el techo de los tipos se mantendrá durante más tiempo de lo previsto antes de bajar tipos.
"La Fed hará lo que haga la inflación, por lo tanto, las proyecciones podrían verse alteradas a futuro con la dependencia de los datos que vayan saliendo, tal y como predican recurrentemente desde la Fed. El 'meeting by meeting y data dependent' es el discurso que muy probablemente escucharemos hasta enfrentar catalizadores que giren o confirmen el rumbo del organismo central, pero hasta entonces, el tono hawkish contagia al mercado", comenta Franco Macchiavelli, responsable de análisis en Admirals España.