
IAG anotó este miércoles una subida del 2,65% que le permitió retomar los 1,8 euros por acción. La aerolínea hispano-británica corta de esta manera la caída del 12% que acumula desde los máximos de 2023 y que arrastra desde que presentó sus resultados al cierre del primer semestre.
No obstante, el declive de IAG en bolsa no responde a unos malos resultados en la primera parte del año. Todo lo contrario. El cierre hasta junio con un beneficio neto de 921 millones de euros (en lugar de las pérdidas del mismo periodo en 2021) permitió acercar los resultados a la normalidad previa antes de la pandemia mientras la capacidad del primer semestre está al 94% de lo anotado en 2019.
Tras tocar los dos euros por acción IAG se precipitó hasta los niveles actuales ante la perspectiva de que el segundo semestre sea "bueno, pero no pueda mejorar el crecimiento visto en el primero", según el analista de Bloomberg, Conroy Gaynor. Según el experto, los ingresos de las aerolíneas pueden verse resentidas por unos tipos de interés más altos y por más tiempo de lo esperado.
Además, el precio del crudo y los combustibles repuntaron a partir de junio, lo que afecta a los costes de IAG. Como recuerdan desde Bankinter, el grupo con aerolíneas como Iberia o British Airways salió beneficiado en sus cuentas de enero a julio por "una demanda sólida, la caída del precio del petróleo y la posible compra de Air Europa", por lo que el estancamiento de los asientos vendidos o el incremento de los costes del combustible pueden tener su reflejo en la acción de IAG.
Con todo, el consenso de expertos recogidos por FactSet estima que la acción de la aerolínea tiene un potencial del 32% hasta el precio objetivo de 2,4 euros mientras cotiza con un descuento del 14,5% respecto a la media de su sector en Europa, además de ser la más barata según su PER (veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción).