
Cada vez hay más señales de que la OPEP+ está teniendo éxito con su último esfuerzo para intentar impulsar el precio del crudo. El cártel de productores de crudo que recoge a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios externos (Rusia, principalmente) decidió el pasado mes de junio poner toda la carne en el asador al anunciar que su recorte de oferta se mantendrá durante el año que viene.
Esta estrategia, además, contará con el apoyo de Rusia, que se ha comprometido hace varias semanas a recortar 500.000 barriles diarios de su producción durante el mes de agosto, un compromiso que se ha ratificado la semana pasada para los próximos meses.
La reducción de la oferta de petróleo por parte de la OPEP finalmente está teniendo éxito, y los mercados ya están recogiendo el impacto de esta decisión, llevando al barril Brent, de referencia en Europa, a rebotar desde los mínimos que se vieron el pasado mes de junio. El recorte de producción del cártel no es cosa menor: según los datos de Bloomberg, los 13 miembros originales de la OPEP están produciendo a un 80% de su capacidad total.
Desde el día 12 de junio, cuando se tocaron los precios más bajos que se han visto desde 2021 (71,8 dólares), el barril ha subido ya más de un 22%, hasta los 87,3 dólares que llegó a tocar ayer. Los máximos del año ahora están marcados en los 88,2 dólares del 23 de enero.
Este rally alcista supone que el barril europeo vuelva a entrar en un mercado alcista, y los analistas esperan que los precios continúen subiendo en los próximos trimestres. Eso sí, con un potencial alcista no demasiado amplio, ya que el consenso de mercado que recoge Bloomberg no espera que se alcancen los 90 dólares por barril ni siquiera a finales del año que viene.
Más demanda, menos oferta
Las subidas que está experimentando el precio del petróleo desde los mínimos anuales responden a una combinación perfecta para los alcistas: menos oferta, al tiempo que las expectativas de demanda crecen, con los mercados siendo más optimistas este verano de cara a la posibilidad de evitar una recesión económica grave en el mundo.
"Los recortes de la oferta de la OPEP, la resistencia del crecimiento económico y las esperanzas de estímulo económico de China impulsaron el petróleo, mientras que la demanda de la temporada estival de conducción y la escasez de oferta han elevado la prima del precio de la gasolina al doble de su media", explica Ben Laidler, estratega de mercados de eToro.
En la reacción que ha tenido el mercado por el recorte de producción, Rusia ha tenido un papel especialmente protagonista este verano. Aunque estaba adscrito a los pactos de meses anteriores de la OPEP, muchos analistas insistían entonces en que el país no estaba cumpliendo con sus compromisos. Esto parece que cambió en junio, cuando el país anunció que se sumaría a la estrategia de la OPEP con un recorte de producción de 500.000 barriles diarios. Desde ese momento, y una vez el mercado ha podido confirmar que en esta ocasión Rusia sí está cumpliendo con lo prometido, los precios del crudo empezaron la remontada.
"Los grandes descuentos forzados por el límite del precio del petróleo finalmente han comenzado a afectar la capacidad del gobierno ruso para recaudar impuestos al petróleo, tensando el esfuerzo de guerra en Ucrania y creando grietas significativas en las cadenas de comando militar. Como resultado, Rusia ahora se está tomando en serio la reducción de las exportaciones al mercado petrolero para frenar los diferenciales Brent-Urales", explica Franciso Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America.
La OPEP avisa de que este año Rusia será el principal foco de caída de producción
No hay que olvidar que Rusia financia una gran parte de su gasto público con las exportaciones de recursos energéticos como el petróleo y el gas, y necesita ver que los precios se mantienen relativamente altos para poder asumir los costes de la guerra de Ucrania. Junto al cártel de productores, el país necesita evitar que los precios del crudo sean demasiado bajos.
La propia OPEP publicó ayer su informe mensual de petróleo, y hace hincapié en el deterioro de la producción de Rusia. "En 2023, los principales aumentos de oferta de crudo serán EEUU, Brasil, Noruega, Kazajistán, Guyana y China, mientras que el principal foco de caída de la producción se espera que sea Rusia", señala el cártel.
Desde Allianz Global Investors creen que "los mercados infravaloran el impacto del reciente endurecimiento de la oferta de la OPEP+, que es comparable a la destrucción de la demanda de la crisis financiera de 2008. El grupo también ha dado una señal clara de que no tolerará precios bajos", explican desde la gestora.