
Desde que empezó el año, las bolsas han protagonizado un rally, en parte inesperado, que ha estado apoyado en el resurgir de la tecnología y en el entusiasmo por la inteligencia artificial, y también en la perspectiva de una posible moderación en las subidas de tipos de interés de los bancos centrales. Mientras esto ocurría y la mayoría de índices bursátiles lograba rentabilidades de doble dígito este año, el inversor en fondos miraba hacia otro lado, hacia la renta fija, que obtiene rendimientos más modestos. Según datos de Inverco, en las principales categorías de fondos de renta variable sale dinero este año. No obstante, se ha producido un cambio de percepción en el mes de julio, en el que los inversores sí acuden a los fondos de bolsa internacional, a pesar de que la deuda vuelve a liderar las entradas.
La renta variable internacional fue la segunda categoría que más dinero atrajo en julio, solo por detrás de la renta fija, logrando entradas netas de dinero por cerca de 537 millones de euros, una cantidad "de cierta magnitud", según valora Inverco. Estas aportaciones no se habían producido hasta junio, cuando lograron flujos testimoniales que, ahora sí, se vuelven más relevantes en julio. De hecho, en 2023 este tipo de fondos aún sufre reembolsos netos por valor de más de 470 millones. En julio sí continuó el goteo de salidas de dinero en fondos de bolsa nacional y de renta variable mixta. En total, estas tres categorías de bolsa ven reembolsos por más de 1.850 millones en el año, frente a los 14.088 millones que entran en los puros de deuda.
Los productos de renta variable española, europea, estadounidense o japonesa avanzan más de un 10% en 2023, frente al 1% que se revalorizan los de renta fija a corto y largo plazo. Pero son estos últimos los que se llevan, además, la mayor parte del dinero nuevo que recibe la industria este año, a pesar de que "el entorno macroeconómico sigue siendo volátil, mucho más en la renta fija que en la renta variable, como reflejan los índices MOVE y VIX (que indican la volatilidad de los mercados) respectivamente, que muestran que los bonos son significativamente más volátiles que las acciones", recuerdan en Wellington Management.
Parte de este comportamiento no puede entenderse sin echar la vista atrás. El año pasado, los inversores conservadores, que son mayoría en España, tuvieron que afrontar las mayores pérdidas en décadas debido al ajuste sin precedentes que se produjo en el precio de los bonos y de la bolsa a la vez, ante el inicio de uno de los ciclos de subida de tipos más rápidos de la historia. Con este recuerdo aún presente, este año lo que demandan son fondos conservadores. Esa petición de productos conservadores ha coincidido, además, con que la renta fija vuelve a ofrecer rentas después de años sin hacerlo.
Todo esto ha permitido a las gestoras poner a trabajar sus fábricas en esta dirección, de ahí que la mayoría de los fondos lanzados este año inviertan también en este activo. Sin embargo, aunque los bonos vuelven a ofrecer atractivos cupones con los que apuntalar las carteras, por precio no están cumpliendo con las altas expectativas de principios de año, cuando se esperaba que habría margen para recuperar gran parte de lo perdido en 2022. Las ganancias que obtiene una cartera de renta fija global por esta vía rondan el 2,5%, según los índices de Bloomberg y Barclays, frente al 16% que se perdió el año pasado.
Esta misma tendencia, la de preferir fondos de renta fija antes que uno de bolsa, se repite en el resto del mundo. Según datos de Morningstar, los fondos primeros atraen 253.000 millones de dólares desde enero frente a los 83.300 millones que salen de los segundos.
Cautela con la bolsa
Pese al buen comportamiento de la bolsa en la primera parte del año, las gestoras mantienen cierta prudencia con este activo de cara a la segunda mitad. Según la última encuesta a gestores de Bank of America, publicada a mediados de mes, el activo más sobreponderado en sus carteras es la liquidez, con un 35% de ponderación neta (esto es el porcentaje de gestores que reconoce sobreponderar este activo, menos el porcentaje de aquellos que dicen infraponderarlo), siendo la bolsa, en general, el activo más infraponderado del momento.
Aunque con la emergente sí que se muestran más optimistas. Los fondos que invierten en las bolsas de estos países ganan en torno a un 5% este año en España. "Consideramos que la clase de activos de mercados emergentes en general, incluida China, es una inversión contraria atractiva", explica Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro. "Se beneficiará de los tipos de interés máximos de EE.UU., de la debilidad del dólar, de la mejora del ciclo tecnológico y del repunte anticíclico del crecimiento económico de China. Muchos están a punto de recortar los tipos de interés, después de haberlos subido antes, y con una inflación ahora más baja", añade. De hecho, de todos los fondos a la venta en España, los que invierten en Turquía o India están entre los más rentables del último año.
Fuera de los mercados emergentes, las gestoras prefieren a la bolsa europea antes que americana. En Lazard opinan que Europa está en mejores condiciones de capear un posible empeoramiento del ciclo en los próximos trimestres, ya que los beneficios superan a los de otros mercados desarrollados y el rally del estadounidense se ha sustentado en un reducido grupo de valores. Aún así, "los inversores en renta variable europea deberían posicionarse con cautela en los próximos meses. La economía europea ha resistido hasta la fecha, pero parece poco probable que la serie de subidas de tipos, aún en curso y a un ritmo acelerado, termine en cualquier escenario que no sea una marcada desaceleración", apuntan.
En Citi también son más optimistas con la bolsa europea frente a la estadounidense, por sus valoraciones "más razonables, que incorporan una ruta de crecimiento de BPA más alcanzable".
Qué rentabilidad esperar
Alguien que invierta todo su dinero en renta variable opta a ganar un 6,7% al año si se tiene en cuenta la inversa del PER de la bolsa americana y europea del próximo ejercicio (esta ratio sirve para valorar la rentabilidad anual que se puede obtener con una inversión). Pero esta estimación puede sufrir cambios si se materializan los augurios de los gestores y bancos de inversión, que ven señales de desaceleración del ciclo económico, que hace que estén prudentes con la bolsa.
En cambio, la rentabilidad a la que aspira un inversor conservador, con todo su dinero en renta fija, es del 3,8%, que es el rendimiento a vencimiento de una cartera de deuda global, según los índices de Bloomberg y Barclays.