Bolsa, mercados y cotizaciones

¡Houston, tenemos un problema en bolsa española!

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Uno de los grandes interrogantes que ha generado la marcha de Ferrovial a los Países Bajos ha quedado resuelto esta semana. Hasta ahora no éramos capaces de saber si la operación de empalme de la tubería de la bolsa europea con la estadounidense la iba a pagar el primero que la hiciese, para que luego se aprovecharan los siguientes. La duda que teníamos es que el coste de la zanja, o el cableado del teléfono como pasaba cuando no había móviles, fuera para el primero en intentarlo, y los siguientes vecinos se beneficiarán de la obra ya hecha. Jesús Benito, consejero delegado de Iberclear (la filial de BME que es el depositario central de valores español), que a la sazón es el fontanero jefe de la bolsa española, ha estudiado en detalle el empalme estadounidense, y explica que "la empresa que sea precedente pagará lo mismo que las que la sigan por la conexión", aprovechándose también de las tuberías que gracias a la bolsa suiza -propietaria de BME- ya existen con Alemania, Francia, Italia, Países Bajos, Austria, Portugal, Brasil y Argentina, además de Suiza.

Está claro que el precio del empalme no es el motivo por el que Ferrovial ha acelerado su objetivo para encontrar inversores estadounidenses y llegar a los grandes índices de Wall Street. Por mucho dinero que este sea no llega a los 20 millones de euros que ya le ha supuesto a la empresa de la familia Del Pino el traslado inicial a Países Bajos, porque el definitivo hay que entender que será Nueva York, por donde pasan más inversores que por su oficina central de Texas. Para Ferrovial el problema era el tiempo, la celeridad en hacer el empalme y cuánto iban a tardar los fontaneros, por lo que optó por la vía rápida.

El problema es que los españoles texanos de Ferrovial han dejado claro que: ¡Houston, tenemos un problema en bolsa española! Por el momento ninguna otra compañía española va a abordar el empalme de su cotización con EEUU, pero ha estado sobre la mesa en Grifols, Fluidra, Acciona..., cualquier compañía española que pensemos con mucho negocio norteamericano. El problema es mayúsculo si pensamos que el volumen de negociación de BME es solo el triple que cuando se creó el Ibex a comienzos de los noventa y un 43% inferior al del máximo histórico de 2007. Las empresas españolas han ido perdiendo representación en las carteras de los gestores con el paso de los años. Según datos de Morningstar, solo hay dos cotizadas con sello español entre las 100 más presentes en los fondos de inversión de todo el mundo -Iberdrola (82) e Inditex (92)-, cuando hace una década Telefónica, BBVA, Santander y Repsol estaban entre las cincuenta primeras.

La gravedad se identifica si se añade que una opa sobre Applus sería la vigésimo quinta en la bolsa española en los últimos cinco años, y que la gran mayoría de estas operaciones acaba excluyendo a la empresa de cotización. Solo resisten NH, que Minor quiere claramente que no negocie, GAM, Naturgy y Metrovacesa.

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