El ahorrador conservador cada vez tiene más armas para proteger su ahorro. La rentabilidad de las mejores ofertas en depósitos se mueve en torno al 3%, igual que la de las Letras. Ambas plantan cara ya a una inflación que se ha moderado al 3,2% en mayo. No hacerlo sale caro.
Sea por miedo, desconocimiento o por una mezcla de ambos, los españoles son reacios a mover el dinero que guardan en su cuenta corriente hacia productos con rentabilidad, aunque vaya en detrimento de su bolsillo. Es cierto que hasta hace poco las alternativas para los ahorradores más conservadores eran escasas, y se concentraban sobre todo en los fondos de inversión, en los que las rentabilidades no suelen estar garantizadas y es algo que puede echar atrás a quienes huyen del riesgo.
Pero el escenario ha cambiado y ahora cada vez hay más depósitos que pagan un 3%, la misma rentabilidad que han ofrecido las Letras del Tesoro en las últimas subastas. Pero, además, algo que no ocurría desde hace tiempo es que ese 3% es suficiente para no perder poder adquisitivo frente a una inflación que ha aflojado en mayo hasta el 3,2%.
El coste de no invertir la liquidez es alto, y rondaría los 300 euros al año. Esa cantidad es la que lograría alguien que invirtiera 10.000 euros, por poner un ejemplo, en un depósito o una Letra. En este último caso, en el de la Letra, habría que descontar la comisión que cobran las entidades por comprarlas, que se mueve en el entorno del 0,15% de la operación realizada, en el caso de no adquirirla directamente en el Banco de España. En cambio, si se aparca el dinero en la cuenta corriente no sólo se renuncia a esos 300 euros, sino que su ahorro perdería también un 3,2% de su valor por culpa de ese ladrón silencioso que es la inflación.
El pasivo vuelve a remunerarse
La subida en el precio oficial de dinero iniciada por el Banco Central Europeo en verano del año pasado se ha traducido en un aumento del euríbor, que tradicionalmente ha presionado al alza los tipos de los depósitos a plazo, pero esa traslación ha sido más limitada de lo que habría cabido esperar, según ha reconocido el propio Banco de España esta semana en un artículo recogido en la Revista de Estabilidad Financiera. El regulador sugiere que esta situación está ligada al exceso de liquidez y a la concentración del sector. A pesar de que los tipos han subido 375 puntos básicos desde julio, la gran banca sigue centrada en impulsar su pata de gestión de activos y por ahora evita remunerar el pasivo. Mientras tanto, la competencia es mayor cada día de la mano de las entidades de menor tamaño, y también con pasaporte extranjero.
Su apuesta por estos productos ha permitido que la rentabilidad media de los depósitos escale a paso lento, pero firme. A principios de abril, el interés medio de las mejores ofertas en los plazos fijos a 12 meses se encontraba en el 2%. Hoy roza ya 2,5%. Rara es la semana en la que una entidad no mueve ficha. Las últimas en hacerlo han sido ING, que ha elevado su remuneración a 12 meses del 1,05% al 1,3%; y Banco Finantia, que ha pasado a dar un 3% frente al 2,5% previo.
Con este último movimiento, el de Banco Finantia, ya hay cuatro depósitos con vencimiento a un año que ofrecen al menos un 3% (ver gráfico). El más rentable en este plazo es el de BFF, entre los que se pueden contratar directamente en una entidad, que paga un 3,55%. En este caso, el importe mínimo para contratarlo es de 5.000 euros. En segundo lugar se encuentra el de Wizink. A principios de mayo la entidad amplió su oferta con dos depósitos: uno a tres meses, que ofrece un 3% y otro a un año, al 3,3%. Como en BFF, requieren de un mínimo de 5.000 euros. Wizink dispone de otros dos depósitos más. Uno con vencimiento a 18 meses, que rinde un 3%, y otro a 36 meses, al 2,5%.
El cuarto depósito que ofrece un 3% en el plazo de un año es el de MyInvestor. El neobanco respaldado por Andbank, El Corte Inglés, AXA y varios family office, avivó la pequeña guerra por el pasivo que se está librando entre las entidades de menor tamaño a mediados de mes, al lanzar dos plazos fijos a 6 y 12 meses al 3%.
También hay opciones con rendimientos superiores al 3% en vencimientos más cortos para quien necesite recuperar su dinero antes. BFF ofrece a seis meses la misma rentabilidad que a un año, un 3,55%, y un 3,03% a 3 meses; en línea con Wizink, que paga un 3% en ese mismo plazo.
Otra opción
Otra alternativa para la liquidez serían los fondos monetarios, en los que la principal diferencia con una letra o depósito es que su rentabilidad no está garantizada. Su ventaja, como en el resto de fondos, es que no están sujetos a tributación hasta el momento en el que se reembolsa la inversión. Lo que hay que tener en cuenta a la hora de elegir uno son sus comisiones. Normalmente, los que cuentan con menos gastos son los que exigen inversiones mínimas más altas. Sin embargo, en lo que llevamos de año ninguno de los que se comercializan en España consigue un 3%. El que más se revaloriza avanza un 1,38%.
