Bolsa, mercados y cotizaciones

En la inversión, el mejor día para invertir fue ayer

Semana de paso atrás en los mercados porque la pendiente que vemos en la lontananza se vuelve a inclinar hacia arriba. El año pasado la visión para el segundo semestre era que teníamos que superar tres montañas: el final de la subida de tipos, que la alta inflación no se convirtiese en pegajosa y que los beneficios empresariales no se derrumbaran. Durante el buen hacer del mercado, que nos ha llevado a la bolsa europea hasta máximos del año el pasado día 19, el inversor ha comprado que las montañas se han convertido en mesetas. Y que incluso esas mesetas comenzaban a tener un tramo descendente, positivo tanto para la renta fija como la bolsa, entre finales de año y comienzo del que viene.

El posible cambio de la dirección de la aguja sobre lo que va a hacer la Reserva Federal de los EEUU, levantando el botón de pausa sobre la subida de tipos, al menos una vez más, supone que el mensaje de los asesores sea que hay que adoptar una posición algo más defensiva. Esta recomendación se traduce en algún titular en los medios económicos, para ganar siempre en tráfico, con la palabra pánico de por medio. Pero pánico para los inversores es la mejor de las noticias porque es la oportunidad de comprar a mejores precios.

En la inversión de oportunidad, en la inversión que busca valor, el mejor día para invertir fue ayer. El nivel de oportunidad lo marca el potencial de nuestras carteras, el objetivo de rentabilidad que persiguen, y éstas están en un punto medio/alto, aunque sin duda muy lejos del momento histórico que dejó Lehman o el Covid. Si el mercado vuelve a niveles mínimos del año, que coincidieron con la crisis provocada por la caída de Credit Suisse, volverá a ofrecer una excelente oportunidad de entrada para los que ya están o, sobre todo, los que quieren estar y pretenden encontrar la mejor puerta de entrada porque piensan que existe un acceso secreto al castillo de las ganancias.

Hay muchos potenciales partícipes de nuestro fondo, Tressis Cartera Eco30, que me preguntan cuál es el mejor momento de entrar como si mi bola de cristal sirviese para algo. Mi respuesta casi siempre comparte que el mejor momento de entrar siempre fue ayer si se tiene en la cabeza que el objetivo es aguantar una década para duplicar, y en dos, cuadriplicar. Hasta el momento, el índice Eco30 Stoxx, calculado por la Deutsche Boerse, es lo que ha hecho en su primera década. 117% de rentabilidad desde 2013.

Pero, al margen de que el mejor momento para entrar fue ayer, de lo que sí que estoy convencido es que hay que aprovechar toda corrección de mercado para hacer una nueva aportación. Los exegetas de la inversión value te hacen firmar un contrato por el que se adquiere el solemne compromiso de no invertir jamás porque el mercado de valores haya evolucionado al alza, y de que nunca venderé porque haya bajado. Añado al contrato: no venderé, compraré algo más.

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