
Hacía tiempo que no recomendaba seguir la evolución del todopoderoso DAX, que es el índice de acciones blue chips de las 40 compañías más grandes de Alemania que cotizan en la Bolsa de Fráncfort, uno de los mayores centros de negociación de valores del mundo, pero desde hace días insisto en vigilar atentamente su comportamiento.
Está funcionando a la perfección como barómetro del miedo ya que dependiendo de si bate resistencias o pierde soportes tendremos pistas que apuntarán hacia un nuevo susto en las bolsas europeas o una continuidad alcista.
En este sentido, desde hace unas dieciocho sesiones el DAX 40 se está moviendo dentro de un estrecho rango de precios de apenas un 2% de amplitud, que tiene como resistencia los 16.000 enteros y como soporte clave los 15.660 puntos.
Este lateral nos advierte de que a día de hoy existe una igualdad extrema entre alcistas y bajistas, esto es entre aquellos que compran pensando en aprovechar mayores alzas y los que venden para evitar la posibilidad de ver un nuevo contexto de caídas como vimos durante la primera quincena de marzo.

Si me tengo que mojar apostaría por ver una resolución alcista de este debate ya que en numerosas ocasiones he señalado que me sorprendería mucho que viéramos una corrección bajista sensible en las bolsas europeas sin que antes el DAX 40 alcance e intente marcar nuevos altos históricos sobre los 16.300 puntos, que es la resistencia que frenó las subidas tanto el año 2021 como en el 2022.

Hasta esa resistencia todavía hay un margen de subida del 2,50% y lo normal sería que intentara batirla para entrar en subida libre absoluta, siguiendo la estela del EuroStoxx 50 en su versión Total Return, que ya logró a mediados de abril superar resistencias análogas.
Ahora bien, en el caso de que el DAX 40 pierda el soporte de los 15.660 puntos me temo que tendríamos otro susto en las bolsas del Viejo Continente y en ese caso lo más probable es que viéramos una vuelta de las mismas a su zona de seguridad que encuentran en los mínimos del 20 de marzo, que en el caso del Ibex 35 está en los 8.500 puntos. Ahí está la línea divisoria que separa el bien del mal y el soporte que no debería de ser perdido si la tendencia alcista de los últimos meses quiere seguir vigente.

Operativamente, la recomendación es mantener bolsa y no soy partidario de reducir salvo que el DAX 40 pierda ese soporte de los 15.600 puntos y no vendería de un modo contundente mientras las zonas de seguridad se mantengan en pie, cuyo alcance a priori lo vería como un verdadero Regalo de Navidad.