
Cuando el Banco Central Europeo comenzó a subir los tipos de interés para controlar la inflación, en julio del año pasado, el rendimiento exigido a la deuda española a 10 años en el mercado secundario se encontraba entre el 2 y el 2,5%. 10 meses después ya se encuentra un punto porcentual por encima, 108 puntos básicos más que la deuda libre de riesgo, la alemana.
La cuestión es que en este tiempo los inversores han redimensionado los riesgos de las principales economías europeas, posicionándose más favorablemente a Portugal que a España, cosa que históricamente ha sido al revés. De hecho, la prima de riesgo portuguesa frente a España llegó a superar los 200 puntos entre 2016 y 2017 y ahora son 24 enteros los que le saca la deuda lusa a la española.
"A diferencia de lo que ocurre en Portugal, en España la presión fiscal se ha elevado a máximos y todo indica que no vamos a ver ningún recorte del gasto público por dos motivos: estamos en año electoral y el conste de las pensiones es cada vez mayor", explica Rafael Valera, consejero delegado y gestor de renta fija de Buy & Hold. "En su lugar, Portugal ha subido las pensiones la mitad que España y ha deflactado el IRPF", agrega. "Paralelamente, la deuda pública de España ha alcanzado máximos de su serie histórica por encima de los 1,5 billones de euros con la mayor tasa de paro de Europa, por lo que se ha generado un clima que penaliza al bono español frente a otras emisiones soberanas europeas", concluye el experto.
Menor crecimiento
Si atendemos a las previsiones de los analistas, se espera algo menos de crecimiento en Portugal que en España, además de unas tasas de inflación algo superiores. De cara a este año y los dos siguientes los expertos vaticinan un crecimiento de su PIB del 1, 1,5 y 2%, respectivamente mientras que el español aumentará un 1,4, 1,5 y 1,8% en estos tres ejercicios.
A su vez, ambos países tendrán la inflación por debajo del 2% en 2025. Sin embargo, este año los precios en Portugal crecerán un 5,5%, 1,4 puntos más que en España mientras que el año que viene las tasas serán del 2,7 y el 2,6%.
Desde Scope Ratings destacan también sus sólidos fundamentos fiscales, así como la trayectoria de descenso de la deuda, el sólido crecimiento y el perfil de la deuda. "Estos factores han ayudado a mitigar el aumento de los costes de emisión de deuda y han contribuido a reducir la carga global de la deuda del país", explican. "Portugal ha logrado la recuperación más rápida del balance primario en comparación con sus pares de calificación y se espera que haya alcanzado un superávit del 0,3% sobre el PIB en 2022; por todo esto se ve su compromiso para garantizar la sostenibilidad fiscal", concluyen desde la agencia.