
El fundador y consejero delegado de BlackRock, Larry Fink, advierte de que el riesgo de sufrir otra crisis financiera "aún no ha desaparecido". Pero no será a gran escala como la de 2008, asegura, sino que "estamos ante una crisis que afecta sobre todo a los bancos regionales de EEUU" debido a su exposición a las subidas de tipos de interés y a que asumieron demasiados riesgos.
Fink, en una entrevista concedida al diario El País, explica que la falta de liquidez -una de las tres fichas, junto a la inflación y la solidez de algunos bancos, que darán lugar a una crisis a cámara lenta, en sus propias palabras- "es un problema mucho mayor" que afecta especialmente a los fondos de pensiones. El motivo es que, con los tipos de interés al 0%, la inversión más atractiva eran activos ilíquidos, pues daban un plus de rentabilidad. Sin embargo, "ahora la liquidez cuesta un 5%", lo que significa que, para costearla, muchos inversores a largo plazo se van a ver obligados a vender sus activos "en muchas ocasiones con un deterioro en su valoración".
En cuanto a la inflación y si sigue siendo la principal amenaza económica, el CEO de la empresa de gestión de activos más grande del mundo apunta que ésta no surge por "arte de magia". "La inflación es una consecuencia del populismo y también es resultado de la fragmentación", detalla Fink. En el caso del primero, se refiere a medidas que van "desde los estímulos fiscales hasta las medidas que restringen la inmigración". Y respecto a la segunda, se trata de los cambios que se están produciendo dentro de los gobiernos aduciendo "por ejemplo, razones de seguridad nacional".
Asimismo, aclara que no cree que los bancos centrales hayan ido demasiado lejos con las subidas de tipos de interés para enfriar los precios. "Su deber es controlar la inflación y mantener la estabilidad financiera", recuerda. A lo que añade que el problema es que su tarea se ha complicado debido a que, al mismo tiempo que se han llevado a cabo esas alzas, muchos gobiernos han puesto en marcha agresivos planes fiscales.
Preguntado por si BlackRock no vio nada raro en la gestión del balance del Silicon Valley Bank, en el cual la gestora era accionista, Fink aclara que "eso era por nuestros fondos indexados que replican la composición de los índices, incluidas las acciones". Y continúa diciendo que "nuestra posición no era fruto de una decisión de gestión activa".