
No hay muchos depósitos a un año que rompan la barrera del 3% con sus rentabilidades entre aquellos que se pueden contratar directamente a través de una entidad. Solo hay uno, de hecho. Pero el abanico de opciones se amplía en los vencimientos más largo, por los que las entidades también apuestan.
Fuera del universo de los depósitos a 12 meses, el plazo fijo más rentable de todos pertenece a Renault Bank, el banco de ahorro de RCI Banque, financiera del grupo automovilístico francés. Esta entidad ha mejorado esta misma semana la remuneración de su depósito, con vencimiento a 24 meses, que ha pasado de ofrecer un 3,03% a un 3,34%. Uno de sus atractivos es que requiere uno de los importes mínimos más bajo, de 500 euros, y remunera a su vez un cantidad mayor, de hasta el millón de euros. Como sucede con otros depósitos de entidades extranjeras, no está adherido al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) español, sino al francés, pero el importe a compensar en caso de quiebra es el mismo, hasta 100.000 euros por depositante.
Los otros plazos fijos que ofrecen un 3% o más pertenecen a EBN Banco y a Wizink. En el caso de la primera dispone de dos opciones en su oferta. Una es un depósito a dos años que brinda un 3% y la otra es una imposición a 36 meses en la que sube la remuneración hasta el 3,15%. Para contratar cualquiera de los dos se necesita un mínimo de 10.000 euros. Wizink también ha optado por dar un 3%, pero el importe mínimo para acceder a este producto es más bajo, de 5.000 euros.
Hay otra opción más. Banco Finantia ofrece un 2,1% a 18 meses, pero mejora esa rentabilidad hasta el 3% a cambio de no poder cancelar el depósito. Esto mismo ocurre con su plazo a 25 meses, en el que el rendimiento crece del 2,2% al 3,10%. Esta entidad comercializa, también, un depósito creciente con una duración de cuatro años, con pago de interés anual. El primer año ofrece un 2%, el segundo un 2,2%, el tercero un 2,7% y el cuarto, un 3,2%. De producirse una cancelación durante el segundo año, únicamente se verán afectados los intereses de este año y no tendrá repercusión sobre lo ya abonado y de igual manera funciona la cancelación durante el tercer y cuarto año.
En cambio, quien prefiera un depósito a un año, el rendimiento más alto al que se puede optar es del 3,29%, que es el que ofrece BFF (antes Banca Farmafactoring), ver gráfico. Tiene algunas peculiaridades, como que tampoco admite cancelación anticipada, cosa que otros sí, habitualmente a cambio de una penalización, o que está adherido al FGD italiano en lugar de al español, aunque el importe garantizado también es el mismo.
Como sucede con los depósitos a un año, la rentabilidad media de las mejores ofertas en plazos fijos a más de 12 meses supera con creces la media del sector, que se encuentra en el 1,24% para los depósitos entre un año y dos, y en el 0,78% en aquellos que superan los dos años, según datos de Banco de España (BdE). En cambio, la rentabilidad media de las mejores ofertas llega al 3%. Las condiciones de algunos de estos depósitos caducan este mes de abril, por lo que es posible que algunas sean renovadas al alza.
Quien que se mantiene al margen, sin remunerar el pasivo por ahora, es la gran banca. Cuando lo haga, la rentabilidad máxima que puede llegar a pagar por sus depósitos sin dejar de ser rentable rondará el 1,15%, según cálculos elaborados por elEconomista.es acorde a fuentes financieras.
Vida más allá del depósito
Aunque los depósitos vuelvan a ofrecer rentabilidades después de años sin hacerlo, otro tipo de productos de corte también conservador ofrece rentabilidades más competitivas y que, por tanto, protegen mejor contra la inflación, que en marzo se contuvo hasta el 3,3%. Conviene recordar que la rentabilidad real es la que se obtiene de restar al rendimiento conseguido la inflación.
Una letra a 12 meses es una de esas posibilidades, aunque en la última colocación, realizada esta semana, el Tesoro Público ha reducido ligeramente las rentabilidad que ha pagado por ellas, La otra son los fondos monetarios, que equivaldrían a guardar el dinero bajo el colchón, que además de en letras españolas puede complementar la cartera con deuda pública de otros países. Su ventaja, como en el resto de fondos, es que no están sujetos a tributación hasta el momento en el que se reembolsa la inversión. Lo que hay que tener en cuenta a la hora de elegir uno son sus comisiones. Normalmente, los que cuentan con menos gastos son los que exigen inversiones mínimas más altas.