
La gestora española de Credit Suisse trata de mantener la normalidad frente al largo proceso de integración con UBS que tiene por delante, donde todavía no están definidos cuáles serán los negocios estratégicos para la firma ni las regiones prioritarias.
Y para mantener la normalidad han presentado sus previsiones semestrales, como es costumbre en la firma. Lo más destacado es la vuelta de la rentabilidad en la renta fija más tradicional, razón por la que el equipo de inversión considera que no hace falta incorporar activos de deuda de riesgo como fue necesario en el pasado.
De ahí que se muestren positivos con los bonos de gobierno y el crédito con grado de inversión, aparte de los bonos de mercados emergentes denominados en monedas fuertes como el dólar, con duraciones cortas, mientras que se mantienen neutrales con el high yield, ante la expectativa de cierto repunte de los impagos de las empresas, en un entorno donde no esperan que se produzcan bajadas de tipos de interés hasta el próximo año.
Dentro del espectro de activos de renta fija, en la gestora española de Credit Suisse explican que los híbridos corporativos europeos pagan 150 puntos básicos por encima de la deuda de alta rentabilidad con calificación BB, en sectores como la energía, las telecomunicaciones y las utilities, mientras que la deuda del sector financiero presenta valoraciones atractivas, incluyendo los controvertidos CoCos.
"El caso de Suiza ha sido aislado y las autoridades europeas e inglesa han remarcado que se va a mantener el orden de prelación", recuerdan en la gestora española de Credit Suisse.
Por la parte de renta variable, se mantienen neutrales y se muestran más partidarios de Europa, que se ha visto beneficiada por el efecto de la caída del precio del gas y que presenta valoraciones ligeramente por debajo de su media histórica y se puede ver beneficiada del impacto en la inversión del green deal, la gran apuesta europea por las energías renovables y la economía circular. Dentro de los mercados emergentes sí que son partidarios de sobreponderar a China.
En la gestora consideran que se debe ser cauteloso con los resultados empresariales, porque aún no han mostrado el deterioro de la economía y a partir de ahora van a ser más bajos de lo que el mercado espera, razón por la cual apuestan por compañías de calidad, con recurrencia de ingresos y estabilidad en los márgenes, en sectores como servicios de comunicación, utilities y firmas relacionadas con la transición energética; y firmas en las que se vean altos dividendos y un elevado rendimiento del flujo de caja libre, con balances sólidos. Las empresas que se benefician de la reapertura de China también entran en su lista de preferencias, así como los sectores afectados por la inteligencia artificial, tanto compañías tecnológicas como las que no lo son.
Respecto a los flujos de salida de dinero en fondos de inversión tras la compra de UBS, en la gestora española aseguran que gran parte de ese patrimonio se ha redirigido a las carteras de gestión discrecional de la firma e incluso a las carteras asesoradas y la inversión directa en activos.