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La sanción sobre Rusia que pondrá patas arriba el mercado de petróleo y diésel está a la vuelta de la esquina

  • Rusia perderá 120 millones de euros por día con el embargo a los refinados
  • Las nuevas rutas para traer diésel a Europa incrementarán el precio al consumidor
  • La recuperación de China también supone un desafío para abastecer el mercado
El embargo a productos refinados entre en vigor el 5 de febrero. Foto de iStock

Si creen que lo peor para el petróleo y los combustibles ha quedado atrás, podrían estar muy equivocados. La UE está a punto de cortar la compra de productos derivados del petróleo con su mayor proveedor de diésel. Las sanciones a los productos refinados entrarán en vigor en febrero. El impacto no se notará de inmediato, puesto que las distribuidoras de combustibles europeos han aprovechado estos meses para pertrecharse y comprar todo el diésel posible a Rusia, que hasta la fecha era el 'vendedor' preferido de los europeos por precio y cercanía. No obstante, en los próximos meses, Europa tiene una misión compleja: sustituir cientos de miles de barriles de diésel que compra cada día a Rusia sin generar un terremoto en el mercado global de petróleo y combustibles.

Esta medida pretende poner fin a las compras de productos refinados con origen en Rusia y entrará en vigor a partir del 5 de febrero. Es una sanción similar a las ya aplicadas desde diciembre al petróleo crudo ruso y tiene el potencial de desencadenar una nueva ronda de turbulencias para los refinados y el mercado de petróleo a nivel mundial. Pero sobre todo para poner patas arriba los mercados y generar una revolución en los flujos comerciales de derivados y crudo.

Aunque la sanción no entra en vigor hasta el 5 de febrero, ya se pueden ver en los mercados parte del impacto, como está siendo la fuerte subida del diésel. Los economistas de Commerzbank comentan en una nota que el precio del gasóleo ha vuelto a superar la marca de los 1.000 dólares por tonelada por primera vez desde mediados de noviembre. "Este movimiento se está produciendo por el aumento en el precio del Brent, que ha recuperado los 88 dólares por barril, pero también por la creciente prima de precio del gasóleo en comparación con el propio Brent, conocida como crack spread del gasóleo, que ha subido a más de 40 dólares por barril. El breve período de calma en el mercado del gasóleo, que por lo demás fue muy volátil el año pasado, ya parece haber llegado a su fin nuevamente", advierten los expertos del banco alemán en una nota para clientes.

A principios de diciembre, el gasóleo en el mercado mayorista europeo bajó a los 800 dólares por tonelada, su nivel más bajo desde que comenzó la guerra de Ucrania. La situación parecía encauzarse por sí sola tras meses de turbulencias. Los traders de materias primas aprovecharon ese tiempo de tranquilidad para importar grandes cantidades de combustible ruso y rellenar los inventarios. Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente en pocas semanas.

Mayores compradores europeos de combustibles rusos.
Mayores compradores europeos de combustibles rusos.

Los suministros de diésel ya son escasos, lo que contribuye a que los precios en las gasolineras estén muy por encima de la gasolina en muchas regiones. El crack spread o diferencial por producir diésel que cobran las refinerías se ha recuperado y hoy es mucho más alto que el de la gasolina, por ejemplo. Los países europeos se encuentran entre los mayores compradores de diésel del mundo en relación con otros combustibles para motores. Rusia ha sido su principal fuente de importaciones durante décadas.

Las importaciones europeas de diésel ruso han promediado 700.000 barriles por día (bpd) en lo que va del año, su nivel más alto desde marzo de 2021, según la firma de análisis de petróleo Vortexa, mientras los traders se apresuran a llenar los tanques antes de la prohibición. Los expertos del centro de investigación finlandés CREA (Center for Research in Energy and Clean Air) señalan en una nota que Rusia sigue generando unos ingresos estimados 640 millones de euros por día con la exportación de combustibles fósiles. "La prohibición de la UE sobre las importaciones de petróleo refinado, la extensión del precio tope al petróleo refinado y las reducciones en las importaciones de petróleo por oleoducto a Polonia reducirán este porcentaje en unos 120 millones de euros al día antes del 5 de febrero", aseguran los economistas de este centro.

Por otro lado, los economistas de Commerzbank explican que "la tormenta de invierno Elliot en EEUU supuso un impulso inicial para la recuperación de los precios del diésel. La actividad de las refinerías americanas se desplomó ante las bajas temperaturas y los cortes de energía, que causaron daños en las instalaciones". Las exportaciones de diésel estadounidense se redujeron durante ese periodo y todavía están recuperándose.

La recuperación de China

"Sin embargo, es probable que esto sea un efecto temporal en su mayor parte. Después de todo, la utilización y el procesamiento de las refinerías han vuelto a aumentar, aunque solo gradualmente. Solo una de las refinerías ha anunciado que no reanudará la producción hasta finales del primer trimestre. No obstante, lo importante llega el 5 de febrero, puesto que entrará en vigor el embargo de la UE para los productos derivados del petróleo de Rusia, de donde la UE todavía obtiene grandes cantidades de diésel, esto ocurrirá mientras que la demanda se recupera en China.

Además, desde Francia se están anunciando nuevas huelgas en refinerías, que nuevamente dificultarán el envío de combustibles. Es probable que el mercado del gasóleo presente graves dificultades en los próximos meses", aseguran desde Commerzbank.

Europa mira hacia Asia

Aunque Europa ha estado buscando nuevos cargamentos de diésel en Asia, esto tiene sus costes para los consumidores europeos. Los trayectos son más largos, mientras que la mayor demanda de camiones cisterna que transportan el combustible a lo largo de Europa están elevando los costes por todos los lados. Es una suerte 'tormenta perfecta': sube el petróleo, los precios de transporte (viene de más lejos) y también el de los camiones cisterna. A eso hay que sumar los ya elevados impuestos sobre los combustibles y el alza de los salarios, que también encarece el resto de procesos. El consumidor termina pagando por todo eso.

Un trader de petróleo de alto nivel de una firma especializada en materias primas asegura que existe la posibilidad de que se desarrollará un "espectáculo grotesco" en los mercados petroleros en las próximas semanas, ante la conjunción de los desafíos logísticos, cuando se espera que la reapertura de la economía de China aumente la demanda, según afirma esta fuente anónima al Financial Times.

Déficit en Rusia y sed en China

"Cualquier déficit en las exportaciones de productos rusos podría coincidir con una mayor demanda en China, lo que endurecería aún más los mercados y aumentaría la posibilidad de que se produzcan picos de precios que renueven la presión inflacionaria", sostiene Henning Gloystein, analista de Eurasia Group en declaraciones al prestigioso diario británico. Pero la industria petrolera está profundamente dividida sobre si las medidas conducirán a un aumento de los precios y posiblemente incluso a la escasez, y muchos creen que un sector que se ha acostumbrado a que los flujos comerciales se vean afectados por pandemias, sanciones o guerras, puede adaptarse rápidamente.

Una opción es precisamente esa: una transformación de los flujos de productos refinados que afecte solo parcialmente a los precios. Sería una pérdida de eficiencia, puesto que Europa tendrá que traer el diésel de más lejos, mientras que el diésel que antes iba a Europa ahora tendrá que buscar destino en otros lugares más alejados y donde los oleoductos no llegan. El resultado será un mercado más ineficiente, un precio más alto, pero en ningún caso una catástrofe ni una escasez de combustibles en toda regla.

Aumento de precios de diésel y petróleo

Lo que está en juego es un aumento renovado en los precios del petróleo que podría contrarrestar algunos de los beneficios que la economía mundial está obteniendo gracias al enfriamiento en los precios del gas natural, y acabar con las esperanzas de que los precios del combustible hayan alcanzado su punto máximo.

El mercado del petróleo ya se ha desestabilizado en las últimas semanas. Los precios del crudo Brent comenzaron el año a la baja, cayendo a los 76 dólares por barril de Brent en las dos primeras sesiones de negociación de 2023, y los precios del diésel siguieron de cerca los movimientos. Pero desde entonces, los precios del petróleo han dado la vuelta, recuperando todas esas pérdidas para alcanzar los 87 dólares el barril.

Un escenario menos catastrofista

"Habrá un impacto en el precio, pero no supondrá un antes y un después", asegura otro trader. "Los compradores europeos han estado acumulando diésel, incluso aumentando las importaciones de Rusia en los últimos meses, por lo que comenzamos a sufrir este impacto potencial en el sistema en una posición razonablemente buena".

Las exportaciones rusas de diésel y combustible para aviones a Europa aumentaron más del 25% en los últimos tres meses de 2022 en comparación con el trimestre anterior, según datos de seguimiento de barcos. Los analistas de Redburn aseguran que los inventarios de diésel en la región clave de Amberes-Rotterdam-Amsterdam han vuelto a su nivel más alto desde octubre de 2021.

Pero Benedict George, especialista en fijación de precios de productos refinados de Argus, cree que todavía podrían subir más los precios del diésel. "Importar de fuentes no rusas significa competir con otros compradores que están físicamente más cerca de la fuente, como América Latina en el caso del diésel estadounidense o Singapur en el caso del diésel indio".

En Commerzbank también muestran su cara más positiva al final de la nota enviada los clientes esta misma mañana: "Confiamos en que la situación mejore en el transcurso del año. Después de todo, hay indicios de una considerable capacidad de refinería nueva (fuera de Rusia): en EEUU se espera que la capacidad de la refinería de Beaumont se amplíe en 250.000 barriles por día a mediados de año. Además, hay nueva producción en marcha que se está poniendo en funcionamiento en Kuwait".

"Por lo tanto, Europa debería poder encontrar a su debido tiempo proveedores alternativos (EEUU, Oriente Medio, China, India) para las cantidades que ya no están disponibles en Rusia. Dicho esto, lo cierto es que las rutas de transporte serán más largas, lo que aumentará los costes de transporte. En consecuencia, la propagación del crack spread del diésel debería volver a disminuir. Esto solo significará una ligera corrección a la baja en el precio del diésel, dado que esperamos que el precio del crudo suba ante la falta de oferta".

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