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Emitir un bono verde es, de media, 10 puntos más barato que uno convencional, según BofA

  • La llamada 'greenium' volvió a subir en la segunda mitad de 2022
  • La financiación se complica para energéticas y tabaqueras
Imagen: iStock.

Parecía que se esfumaba, pero ha vuelto con fuerza. La greenium –contracción de green premium, prima en el diferencial con que se colocan los bonos verdes respecto a los convencionales, que abarata el coste para el emisor- creció de forma llamativa en los últimos meses, especialmente entre abril y agosto de 2022. "Hemos presenciado un aumento de la greenium durante la volatilidad del mercado de 2022, tanto para los emisores soberanos como para los corporativos. Para el crédito con grado de inversión en euros, la greenium se sitúa en los -10 puntos básicos", explican los analistas de BofA Research. Visite elEconomista Inversión sostenible y ESG.

"Solemos ver diferenciales más estrechos para los bonos verdes que para sus comparables convencionales. Esa diferencia se situó entre los 2 y los 5 puntos básicos en el cuarto trimestre de 2021, pero ha experimentado un gran aumento", señalan, en un informe publicado este jueves. Desde octubre de 2021, la prima verde se ha movido en un rango de entre -5 y -15 puntos básicos respecto a los bonos tradicionales, y alcanzó su punto más alto en el verano de 2022, en momentos "de estrés de mercado", apuntan (ver gráfico más abajo). Iberdrola abre el mercado de deuda verde en 2023 con un bono de 1.000 millones.

Para calcular esta greenium media, los investigadores de BofA han tenido en cuenta solamente bonos verdes senior, con grado de inversión, no garantizados y en euros, que han comparado con bonos convencionales de los mismos emisores y similares características. Le puede interesar: Los bonos sostenibles son más apetitosos tras las caídas.

La greenium no es la misma entre unas y otras industrias. En el caso de las utilities, se sitúa en menos 7,5 puntos básicos, mientras que en el real estate se dispara hasta los -22 puntos básicos. En estos dos sectores, los analistas de BofA han contado con un espectro de bonos razonablemente amplio para realizar su estudio, algo que no ocurre con otros sectores, "dado que pocos emisores cuentan con emisiones verdes senior y no garantizadas, tanto verdes como convencionales, en diferentes duraciones y con un historial amplio". 

"¿Se encarece la financiación para los sectores que afrontan mayores desafíos desde una perspectiva ESG? El porcentaje de emisiones de largo plazo (más de 10 años) que procede del sector energético ha ido reduciéndose, particularmente para las compañías dedicadas al refino, a la exploración y a la producción", advierten los expertos del banco en el informe. En los 9 primeros meses de 2020 este sector acaparó el 9% de las emisiones, porcentaje que en el mismo periodo de 2022 cayó al 2,3%. "Los cupones son más altos, en línea con unos tipos de interés más elevados", explican.

Las energéticas no son las únicas: "En el del tabaco, otro sector controvertido, no vimos emisión alguna en los nueve primeros meses de 2022, mientras que hemos presenciado un aumento de las emisiones de utilities, en general y en las duraciones superiores a los 10 años", añaden. Las utilities aglutinan la mayor proporción de bonos verdes en euros. 

La caída de las emisiones de las energéticas "puede tener que ver", señalan estos analistas, "con que los inversores estén menos dispuestos a proporcionar financiación de largo plazo a este sector en un momento de preocupación e incertidumbre en torno al papel del petróleo y el gas en la transición", explican.

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