Las políticas contractivas que ha puesto en marcha el Banco Central Europeo (BCE) no solo se basan en las fuertes subidas de tipos de interés que se han producido a lo largo de 2022. El BCE también ha puesto en marcha un plan paralelo para drenar parte de liquidez del sistema financiero y reducir, de este modo, el crecimiento del crédito. El banco central comenzó a 'pasar la mopa' a finales del año pasado. El instituto monetario endureció las condiciones de esa liquidez que ya había concedido en subastas de largo plazo (TLTRO), lo que ha empujado a los bancos a devolver ingentes cantidades de liquidez al banco central, reduciendo el balance del BCE a niveles que no se veían en más de un año.
La banca ha devuelto más de 743.000 millones de euros al BCE ante el endurecimiento de las condiciones de las TLTRO. Esto ha provocado que el balance caiga por debajo de los 8 billones de euros, un descenso notable si se tiene en cuenta que hace 'cuatro días', el balance tenía un tamaño de unos 8,8 billones.
¿Dónde está el dinero?
Muchos lectores se preguntarán qué ha pasado con ese dinero, ¿dónde han ido esos cientos de miles de millones? Lo cierto es que cuando un banco central busca endurecer las condiciones financieras y reducir su balance, 'hace desaparecer' ese dinero. Es decir, una vez que los bancos devuelven esas cantidades de liquidez, reciben a cambio los colaterales que habían dejado en prenda, mientras que el BCE 'elimina' esa liquidez de la misma forma que la creó cuando era necesaria.
La caída del balance se debe en su completa totalidad a la devolución y vencimientos de las TLTRO que los bancos tenían en su poder. Entre devoluciones anticipadas y vencimientos, el peso de estas subastas de largo plazo en el balance del BCE ha caído desde los 2,2 billones de euros del verano de 2022, hasta los 1,321 billones a cierre de diciembre, último dato actualizado del balance del BCE. Una caída de casi un billón de euros.
Aunque la reducción del balance dio comienzo en verano con los vencimientos de algunas TLTRO, el gran acelerón se ha producido a partir de noviembre de 2022. La banca devolvió 447.485 millones de euros (100.000 millones más de lo esperado) anticipadamente de una tacada al banco central en diciembre, en la que fue la segunda ventana para realizar estos repagos de las TLTRO (subastas de liquidez a largo plazo). Junto con la primera devolución (en noviembre de 2022), la cantidad asciende ya a 743.000 millones de euros. Con estos dos movimientos, la banca ha devuelto el 38% de las TLTRO.
¿Por qué está devolviendo la banca esta inmensa cantidad de dinero al banco central? El BCE endureció en la reunión de octubre las condiciones de los préstamos a largo plazo que había concedido a la banca durante lo peor de la crisis del covid. Con estas nuevas reglas del juego, a los bancos no les sale ya rentable guardar esa liquidez o prestarla con el riesgo que conlleva (morosidad) en un escenario como el actual. Algunos expertos opinan que la devolución de las TLTRO funcionan como una subida de tipos por la puerta de atrás que busca endurecer las condiciones financieras, afectando sobremanera al sector privado.
Este cambio de postura del banco central formó parte de un intento mayor (subidas de tipos) por forzar a las entidades a devolver este dinero, reduciendo así la liquidez que inunda el sistema financiero y rebajando la expansión del crédito. Esta liquidez era positiva para estimular la inflación (vía crédito) cuando los precios apenas subían en 2020, pero con la vuelta de la inflación por todo lo alto, el BCE ha tenido buscar la forma de drenar esta liquidez para aplacar el crecimiento del crédito y la inflación. Por ahora, el plan para rebajar la liquidez parece que funciona.
Reducción de la cartera de bonos
De modo que el balance del BCE ha caído de los 8 billones de euros por primera vez desde agosto de 2021. Esta tendencia podría mantenerse activa en los próximos meses, no solo por las devoluciones de las TLTRO, también por el inicio del quantitative tightening en la cartera de bonos. El BCE dejará sin 'recomprar' una parte de los bonos que tiene en balance y que vayan venciendo en los próximos meses. Hasta la fecha, el BCE compraba en el mercado secundario la misma cantidad de bonos que vencían en su balance, manteniendo unas condiciones financieras acomodaticias para los países y las empresas. Ahora esto está virando hacia la otra dirección: el endurecimiento financiero.
No obstante, Konstantin Veit, European Rates Portfolio Manager en Pimco cree que "cualquier ejercicio de reducción de la tenencia de bonos adoptará esencialmente la forma de un programa de fondo. El BCE desea evitar que se produzca una situación como la del Banco de Inglaterra, que pretendía reducir sus tenencias de bonos como fin para endurecer su política monetaria, pero en su lugar adquirió bonos por motivos de estabilidad financiera".
El BCE ha reconocido que aunque su Consejo de Gobierno sigue considerando los tipos de interés oficiales como el principal instrumento de política monetaria, es conveniente que el balance se normalice de forma mesurada y previsible a lo largo del tiempo.
"Aunque el BCE no descartó la venta de tenencias de bonos, los principios se centran en una reducción gradual, ordenada y pasiva de sus reinversiones regulares en el marco del programa de compras de activos (APP), una estrategia respaldada por la estructura de vencimientos relativamente favorable de su cartera de bonos", asegura el experto de Pimco.