
El paquete de medidas Fit for 55 de la Unión Europea, de julio de 2021, elevó el objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a un mínimo del 55% para 2030 con respecto a los niveles de 1990. Esta meta suponía un gran avance respecto al objetivo anterior, del 40%. Pero, si bien el aumento de la ambición es un hecho positivo, existe una brecha creciente entre los objetivos de la UE y las políticas climáticas nacionales. Visite elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Según revela un informe de Scope Ratings, solo dos Estados miembros de la UE, Grecia y Portugal, están en vías de cumplir los objetivos del Fit for 55 con las medidas existentes, mientras que los planes de 18 países no son lo suficientemente ambiciosos. España se sitúa en el grupo de naciones que sí cumplirían con esa reducción de sus emisiones del 55% si aplican "medidas adicionales", señala el documento.
Francia, Italia y Bélgica, por su parte, se colocan entre los estados que pueden alcanzar un descenso de las emisiones del 40%. Y otros once países, incluida Alemania, no están alineados con ninguno de estos objetivos. En relación con este grupo de estados "no alineados" el informe aclara: "Es importante destacar que algunos países pueden acceder a grandes cantidades de derechos dentro del Régimen de comercio de derechos de emisión para compensar las emisiones de los sectores". Austria, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Irlanda y Luxemburgo sí serían capaces de alcanzar ese 55% gracias a esta flexibilidad. Lea también: El mercado de créditos de carbono, en peligro.
Impacto en el 'rating'
Los analistas de Scope Ratings también advierten que el hecho de no alinear la acción climática de cada país miembro con los objetivos de la UE "constituye un importante riesgo a largo plazo para la calificación crediticia de los países". Al mismo tiempo, reconocen que acelerar la acción climática supone "un claro desafío" para los gobiernos nacionales y señalan que "el aumento de los partidos populistas de derechas que se oponen a las acciones climáticas, así como la política fragmentada en los países centrales de la UE, como Francia o Italia, podrían obstaculizar la reforma climática".
La UE es el tercer mayor emisor del mundo, ya que representa alrededor del 8% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, después de China (que general un 26,8%) y Estados Unidos (con un 12%), si bien su porcentaje de emisiones mundiales ha disminuido considerablemente en las últimas décadas.
"Aun así, está en una posición única para demostrar que el crecimiento sostenible es posible e inspirar una acción similar entre los socios mundiales", señalan los expertos de Scope Ratings.