Sopla el viento a favor de la gestión activa. Esta es una de las conclusiones extraídas del Observatorio titulado Ciclo sobre las oportunidades de inversión, celebrado por elEconomista.es con la colaboración de Bestinver y Acciona. "Cuando las condiciones económicas se normalizan, el ser stock picker, es decir, elegir compañías que lo van a hacer bien en los próximos años, es más fácil. En una década de casi deflación, y con los tipos de interés bajando, era más difícil. Creo que entra una época para la gestión activa muy interesante", indica Tomás Pintó, director de renta variable internacional de Bestinver.
"En épocas en las que todo se normaliza comprar el índice es resignarse a la mediocridad", indica, en la misma línea, José Francisco Ruiz, gestor de EDM. "Al comprarlo uno debe ser consciente de que en ese índice están las compañías buenas, malas y regulares; y que algunas incluso quebrarán. Si se hace gestión activa, solo con ser capaz de evitar a las malas ya lo tienes que hacer mejor que los índices a medio y largo plazo", argumenta.
Además, la selección de valores será clave porque "hay muchísima dispersión en bolsa", describe Pintó. "Hay valores y sectores que descuentan que nos acercamos a un armagedón y otros que prácticamente andan sobre el agua. En esa dispersión suele haber muchas oportunidades", indica.
"Estamos en un momento muy bueno para construir cartera de cara a los próximos años", coincide Víctor Álvarez, responsable de renta variable de Tressis. Lo que ha pasado hasta ahora, sin embargo, es que "el mercado ha simplificado dentro de los sectores. Entre los castigados, resulta sorprendente la homogeneidad en el castigo. Es decir, la compañía buena, mala y la regular ha caído lo mismo. Es una situación sin sentido", describe el gestor de EDM, que pone de ejemplo el caso de ASML y Micron, en las que la penalización llegó a ser similar.
"En una compañía que da guías en su Capital Market Day, con beneficios y crecimiento de ventas anuales superior al 10% que, lejos de hacer un profit warning, sube sus expectativas a medio y largo plazo, es un sin sentido que el precio de su acción llegue a caer un 40% porque Micron tenga una bajada de ese entorno al recortar sus expectativas de beneficios. Ahí es donde surgen las oportunidades", explica.
Aunque el mercado se empeña en ver el vaso medio vacío, el termómetro de los beneficios no apunta a un deterioro significativo de cara a los próximos años que reste atractivo a la bolsa. "En general las compañías del EuroStoxx 50 van a obtener beneficios superiores a los del año pasado y, sin embargo, muchas de ellas están cotizando muy por debajo", indica Josep Prats, gestor de Abante European Quality.
José Francisco Ruiz, gestor de EDM: "Se están produciendo profit warning y es indudable que habrá más. Pero 2023 probablemente no va a ser el desastre que está descontando el precio de las acciones".
En concreto, se espera que el beneficio por acción de la bolsa americana crezca un 5% el año que viene y que, en Europa, se estanque. La razón de esa negatividad es que "históricamente [el mercado] ha necesitado ver cuál es el suelo de beneficios, y la incertidumbre actual hace que a ese nivel de beneficios se le ponga una interrogación", señala Pintó. "En los últimos dos meses hemos visto como un sector históricamente muy cíclico, pero estructuralmente creciente, como es el de los semiconductores, hizo una revisión significativa a la baja para 2023. Cuando pusieron ese suelo empezaron a comportarse mejor. Creo que es un aperitivo de lo que puede pasar", añade.
En todas las crisis se generan corrientes de opinión acerca de que los beneficios estimados por las empresas están inflados, lo que justifica que haya quien piense que los múltiplos del año que viene no son bajos. Lo que hay que hacer, una vez más, aconseja Ruiz, es discernir con cuidado y centrarse en los casos concretos de las compañías. "Se están produciendo profit warning y es indudable que habrá más. Pero 2023 probablemente no va a ser el desastre que está descontando el precio de las acciones", apunta.
El endeudamiento de las compañías tampoco representa un gran problema en un contexto de subidas de tipos de interés. "La mayoría de compañías industriales, al menos en Europa, no están muy apalancadas y tienen gran parte de su financiación asegurada a un tipo fijo", describe Prats. "Otra cosa es cuánto impacte en su valoración, es decir, a qué tasa se descuenta el beneficio, pero realmente el beneficio neto no va a bajar de manera significativa porque los tipos estén al 3% en vez de al 0% en la inmensa mayorías", agrega.
El responsable de renta variable de Tressis especifica que también depende del sector. "Tenemos algunos, como el de consumo básico, con un apalancamiento algo elevado. También el de las telecomunicaciones", detalla Álvarez. En EDM se muestran cautos con las compañías más endeudadas: "Miramos que no haya empresas en cartera que puedan sufrir un determinado riesgo de balance", indica Ruiz.
Pero si algo ha marcado el rumbo del mercado en los últimos meses ha sido la inflación. El último dato conocido en Estados Unidos, mejor lo esperado, supuso un revulsivo en la bolsa y en la renta fija. La gran duda es si este primer control de la inflación es un punto de inflexión o no.
"La inflación es un delta. Tarde o temprano se reducirá e incluso, en alguna ocasión, veremos deflación en los próximos 18 meses porque si hay una ralentización económica y los tipos siguen a estos niveles será mecánica", explica Pintó. En Bestinver confían en que estamos más cerca de que se normalice, sobre todo en Estados Unidos. "En Europa es un poco más complicado por el tema de la hiperinflación energética y porque veremos muchas revisiones de salarios, pero creo que estamos más cerca de doblegar la curva".
En cualquier caso "la mejor protección contra la inflación es la bolsa", asegura Prats. "Si nos imaginamos un escenario catastrofista para la inflación, y nos creemos que en los próximos 15 a 20 años tenemos inflaciones anualizadas del 4 o 5%, esto quiere decir que la facturación de las compañías crecería un 4 o 5%", ilustra este gestor, que indica, no obstante, que el mercado ya descuenta que la inflación se reconducirá en niveles del 2% en un plazo no muy largo.
Compañías concretas
Llevado a nombres propios de compañías, los gestores destacan algunas en las que el mercado aún no ha reconocido su valor. "Tenemos varios. Una es Pandora. Cotiza a 7 veces beneficios, ha recomprado el 10% de su capitalización bursátil, y ha pagado un extra del 2-3% de dividendo. Sin embargo, el mercado cree que desaparecerá en 5 o 6 años. Otra es HelloFresh. Creemos que tiene más posibilidades de triplicar en los próximos dos años, que de caer un 20%", enumera Pintó.
En el caso de Josep Prats destaca dos temáticas. Una es la vinculada a la digitalización, con semiconductores, donde resalta a ASML, Infineon o SAP; y otra la ligada a la transición energética. "La mejor compañía que he conocido en mi vida como inversor, que siempre he tenido en cartera, es Air Liquide", especifica.
En EDM resaltan a la danesa DSV, por Deutsche Post DHL, Airbus o a Novo Nordisk dentro del sector farma. "Tiene el primer producto eficaz contra la obesidad", explica Ruiz. Mientras que en Tressis, Víctor Álvarez destacaría el sector de materiales de rendimiento y a compañías como Saint-Gobain o a Rexel, "que están a múltiplos de derribo cuando serán actores fundamentales dentro de los fondos europeos para la transición energética, la actualización de los edificios o el cableado. En Estados Unidos señalaría a AMD, en la que creo que el castigo ha sido excesivo. Cotiza a un PER de 14-15 veces si quitamos la caja, con crecimientos esperados del 20-25% los próximos años, cuando la parte de PCs, que es la más debilitada, apenas pesa un 20-30% de su cartera dentro de los ingresos. Y sin embargo, la parte de centros de datos y circuitos integrados crece a porcentajes altísimos", agrega.
Aunque la situación inédita de este 2022 es que el inversor de renta fija pierde lo mismo que uno de renta variable. "La renta fija ha sido la gran sorpresa de este año. La renta fija es fija si aguantas a vencimiento", recuerda Prats. "La renta fija en Europa diría que ahora está en niveles normales, estamos en la media de rentabilidad de los últimos 30 años, en los que ha habido inflaciones cercanas al 2%. Ahora se puede entrar con tranquilidad en un fondo mixto de renta fija", dice.
Vuelve a cumplir su función
"Ahora el inversor tiene mucha más capacidad para diversificar y construir carteras más equilibradas", indica Pintó. No obstante, "para gente con un horizonte temporal de más de cinco años nosotros recomendamos renta variable sin ninguna duda", añade. En Bestinver han aprovechado las mayores rentabilidades de la renta fija para invertir la parte de liquidez en la cartera, que ahora se mueve en niveles del 5 al 6%, para invertirla en fondos monetarios de muy corto plazo. "En septiembre la liquidez era del 3% y ahora ha crecido un poquito más porque creemos que seguirá habiendo oportunidades", señala Pintó.
Los gestores no temen, además, que la renta fija robe inversores a la bolsa ahora que vuelve a rentar. "Es una vuelta a lo básico, siempre ha habido una alternativa a la bolsa", indican en Bestinver. Además, señala, el inversor medio está poco invertido en renta variable y en renta fija, tiene más liquidez y activos alternativos que nunca y "normalmente esto es un buen caldo de cultivo para tener buenas rentabilidades en los próximos años porque el mundo, en general, está poco invertido".
Más cultura financiera
En estos meses la labor pedagógica de las gestoras con los clientes ha sido importante. "¿Cómo les explicas que sus bonos o fondos ligados a renta fija lo están haciendo peor que la renta variable?", reflexiona Álvarez. "Por mucho que hagas esa labor pedagógica, cuando lleguen esos momentos de volatilidad es inevitable que se empiecen a ver reembolsos, llamadas de teléfono...". Desde EDM explican que lo que han visto en esta crisis es que había ahorradores convertidos en inversores que no tenían riñón para soportar los altos y los bajos que sí tolera un inversor. "Esas personas son las que se han llevado los grandes sustos porque pensaban que a ellos no les podía pasar", destaca Ruiz.
Para Josep Prats, de Abante, los que pueden ayudar de verdad a aumentar la cultura financiera son los asesores financieros, "que son los que contribuyen a construir la rentabilidad a largo plazo de un partícipe al convencerles de la importancia del ahorro sistemático o de diversificar la inversión". En cambio, Pintó destaca que, mucho antes, en los colegios deberían impartirse asignaturas en las que se enseñasen conocimientos básicos ligados al ahorro, con conceptos como el interés compuesto por el que un inversor puede duplicar su inversión cada diez años.
Josep Prats, gestor de 'Abante European Equity': "Las criptomonedas son billetes de Monopoly, no valen nada".
Prats, por su parte, también cree que es importante que el inversor no confunda la bolsa con un juego de azar, en un contexto en el que los más jóvenes están buscando ganancias rápidas a través de los criptoactivos. "En mi opinión, que puede ser equivocada, las criptodivisas no valen nada. Lo más grave es que el que te las compra y vende no sabe ni tan siquiera si las tiene, que es lo que estamos viendo ahora. Las criptomonedas son billetes de Monopoly", describe. En cambio, continúa, invertir en bolsa es invertir en empresas. "Lo que hay que entender es que si uno invierte en Inditex está jugando a lo mismo que Amancio Ortega. Es decir, uno pone el dinero en una empresa para que produzca y gane más dinero, y lo que se va a llevar a largo plazo es la rentabilidad por dividendo que cobran los propietarios más lo que crezcan los beneficios empresariales. Hay que olvidarse de mirar la cotización todos los días y, como es imposible, la manera más práctica de hacerlo es a través de fondos de inversión", concluye.
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