
El mercado chino automovilístico está ganando terreno en Europa -en España los coches chinos ya suponen el 1% - y la industria del Viejo Continente pide ayuda a las instituciones para contener a este gigante. Así lo expresó el consejero delegado de Stellantis -valor de la cartera Tressis Eco30-, Carlos Tavares, en el marco del Salón del Automóvil de París: "La UE está abierta de par en par y eso no es aceptable. No se debería ayudar a las corporaciones de idioma chino en Europa, las cuales fabrican con pautas más simples que las que estamos aquí", reconoció y se mostró partidario de imponer aranceles a estos fabricantes.| Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.
Actualmente, los productores occidentales necesitan aliarse con productores locales con el objetivo de poder crear sociedades conjuntas. De hecho, Stellantis operaba China a través de una joint venture con el fabricante GAC Group, una alianza que, tras 12 años de existencia, se dio por rota este julio. A finales de octubre, esta empresa conjunta que producía vehículos Jeep en china se declaró en quiebra. Y, así, se dificultaban aún más las opciones de la firma italiana de lograr rentabilidades en el gigante asiático. Pese a ello, las últimas cuentas publicadas por la compañía apuntaban a un ligero incremento de las ventas en un 3% en el tercer trimestre con respecto al del año anterior.
El gran temor del sector europeo radica en la mayor electrificación de la industria china, que choca con la transición que aún se esta produciendo en Europa. "Se debería proteger a la industria europea en este periodo de transición hasta 2035, porque la llegada de fabricantes chinos supone un riesgo añadido, y nuestra industria necesita tiempo para llevar a cabo esta transformación", apuntó Carlos Tavares. En su plan estratégico para 2030, la firma neerlandesa espera que el 52% de los ingresos provengan de las ventas mundiales de vehículos eléctricos, doblando los ingresos totales hasta los 300.000 millones, sustentados en la electrificación.
Rentabilidad por dividendo
Para mediados de la década, una tasa de pago de dividendos de entre el 25% y el 30%. Es lo que apuntaba Stellantis en su plan estratégico. La automovilística, como activo en el que invertir, presenta la mayor rentabilidad por dividendo del Eco30 para este año y la segunda para 2023. Para este 2022, la firma ofrece un rendimiento del 9,1% y del 8,9% para 2023, lo que suponen las rentabilidades más elevadas de toda la cartera del Eco30.
Su cotización en bolsa está sufriendo el castigo de la situación inflacionaria y cede más de un 15% en el ejercicio, aunque desde los mínimos del año, marcados en julio, rebota sobre un 26%. Por PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción), es la segunda empresa más barata del fondo, comprándose a 2,7 veces este 2022 -a menos de 2 veces si se incluye la caja-. Con un 49%% de recorrido en bolsa, el mercado valora su acción en los 21,1 euros. Y, con todo, en este ejercicio, Stellantis se hará con el mayor ebitda de su historia 28.400 millones de euros.