
España fue el tercer país de la Unión Europea por volumen de emisión de bonos sostenibles (que son los que se dedican a financiar o refinanciar una combinación de proyectos verdes y sociales), con un 21% de la emisión total de bonos sostenibles en Europa durante el primer semestre, tal y como se desprende del informe anual de la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME).
A pesar de ello, España ocupa la undécima posición en el ranking europeo de mercados de bonos sostenibles. La razón es que este indicador se elabora relacionando la emisión nacional de bonos ESG (que pueden ser de diferentes tipos, englobando a los bonos sostenibles, los bonos verdes y los que están centrados en temas sociales) con el total de emisión de bonos por parte de un país en un periodo determinado.
En cuanto a la emisión total de deuda ESG, España colocó el 5,5% del total de la Unión Europea durante el primer semestre de 2022, y fue el cuarto mercado más grande después de Francia, Alemania y los Países Bajos, según el citado informe. Sin embargo, el país experimentó una reducción del 35% en la emisión de bonos verdes en este periodo, ya que durante la primera parte de 2022 la colocación de este tipo de activos se frenó tanto a nivel global como en España debido, entre otras, a los efectos de la guerra en Ucrania. Una cifra que volvió a resurgir después del verano. De hecho, esta semana Iberdrola coloca un total de 1.500 millones de euros en deuda verde y Telefónica y BBVA han acudido al mercado para emitir bonos climáticos.
El complicado entorno macro se ha podido ver en que los mercados de capitales en España, ya que, según datos de AFME, estuvieron prácticamente inactivos durante el primer semestre de 2022, ya que solo se gestionó la emisión de 30 millones de euros en ofertas iniciales de suscripción, lo que significa una disminución del 96% con respecto a 2021.
Cabe recordar que esa desaceleración en la emisión de ampliaciones de capital se produjo después de que en 2021 se lograra una emisión récord de 7.300 millones de euros, que supuso el mayor volumen jamás emitido dentro de esta categoría en España en un solo ejercicio.
Respecto a la emisión de deuda, durante el primer semestre de 2022 se emitieron 5.800 millones de euros en bonos con grado de inversión (investment grade) por parte de empresas españolas, lo que significó una caída del 41% en comparación con el año 2021.
Así, si bien la emisión de financiación para sociedades no financieras parece haberse estancado, España experimentó en el primer semestre del ejercicio un aumento significativo en nuevos préstamos bancarios, que crecieron un 22% con respecto a 2021 y un 5% en relación al año 2019, antes del estallido de la pandemia de la Covid 19, según reza el informe.