Semana de intensa actividad en el mercado de emisiones con etiqueta climática. Solo unos días después de presentar su plan estratégico, Iberdrola colocó este martes un total de 1.500 millones de euros en sendos bonos verdes. Lo hizo con gran éxito: su objetivo inicial era emitir 1.000 millones, tal y como recogió Bloomberg. Visite elEconomista Inversión sostenible y ESG.
Ese volumen total convierte a esta emisión en la mayor de carácter verde realizada por una compañía, en un solo día, en Europa desde el inicio de las subidas de tipos por parte del BCE este verano. Solo la superaría una colocación de la KFW, una banca estatal alemana, por 4.000 millones de euros. En el conjunto de 2022, solo hay otra emisión tan voluminosa en Europa, la que realizó ING el pasado mayo por idéntico importe, 1.500 millones, según Bloomberg. Eso sí, la cifra alcanzada por Iberdrola tiene el truco de que se consigue a través de dos bonos distintos.
Iberdrola colocó, por un lado, deuda a 6 años por 750 millones, a un precio de midswap (tipo de interés de referencia en estas colocaciones) más 40 puntos básicos. Las peticiones, que alcanzaron los 2.500 millones (más que triplicaron la oferta), permitieron abaratar la operación, que inicialmente estaba planteada a midswap más 70 puntos. El cupón quedó fijado en el 3,125%.
Por otro, la eléctrica emitió otros 750 millones a 10 años. La demanda fue de 2.850 millones (3,8 veces la oferta), gracias a lo cual el diferencial se estrechó desde los 95 puntos básicos iniciales hasta los 63 puntos sobre midswap. El cupón se situó en el 3,375%. La demanda ha sido la más alta recabada en una emisión senior de una utility europea en la última oleada de colocaciones. Lea también: Los inversores en bonos verdes exigen más retorno.

Los colocadores fueron JP Morgan, CaixaBank, Citi, Commerzbank, Credit Agricole-CIB, Deutsche Bank, Morgan Stanley, MUFG y NatWest.
230 inversores internacionales
Han acudido 230 inversores, de los cuales 158 han participado en el tramo a seis años y 178 en el tramo a diez años (muchos han tomado parte en ambos tramos simultáneamente). Los inversores pertenecían en su inmensa mayoría a distintos países europeos, así como al Reino Unido. Los bonos verdes suelen generar una mayor demanda y un menor coste, dado que al interés de los inversores habituales se añade el de los inversores socialmente responsables.
La colocación de Iberdrola llegó justo después de las de Telefónica y BBVA, que el lunes acudieron al mercado con sendas emisiones verdes por importes más reducidos: 750 millones la teleco y 435 el banco. Y coincidió en fecha con una colocación no verde de CaixaBank, que emitió 750 millones de euros en un bono subordinado.