
Línea Directa Aseguradora acumula año y medio desde su debut bursátil a través de un listing de Bankinter y desde entonces acumula pérdidas que superan el 30% en su cotización. La aseguradora que capitanea Patricia Ayuela ha perdido la barrera de los 1.000 millones de capitalización el pasado lunes tras acumular seis sesiones consecutivas a la baja en las que se ha dejado por el camino un 13% de su valor en bolsa.
No está siendo un buen año para el sector asegurador de perfil más económico. Línea Directa encaja pérdidas que superan el 42% en 2022, 15 puntos porcentuales por encima del recorte de su competidor británico Direct Line y del 33% que retrocede Admiral.
Desde Berenberg señalan que "los vientos en contra existen pero pueden ser gestionados, especialmente en la parte de los vehículos, donde tratan de tener una mayor utilización de sus talleres propios". También hay coyunturas cíclicas, explican desde la firma de inversión alemana, "que hacen que su valoración actual sea muy atractiva. Creemos que Línea Directa es una aseguradora muy rentable con ROEs [retorno sobre el capital, por sus siglas en inglés] de más del 30% y que seguirá creciendo en cuota de mercado en sus actuales segmentos además de que se expandirán a otros en el futuro", agregan.
Recorte de las previsiones
La cuestión es que su modelo de negocio, basado en atención telefónica (y, por ende, menores costes) y seguros más económicos para el cliente de auto, principalmente, está siendo duramente castigado en el mercado, que entiende que el segmento al que se dirige será de los que más sufran en un periodo de recesión como se descuenta en Europa.
En este sentido, desde Berenberg apuntan como un aspecto positivo, precisamente, su eficiencia de costes, con una ratio de gastos del 19,8%, la menor desde 2017 "y que puede seguir reduciéndose tras la reorganización de la empresa; a medida que crezca también en seguros de salud y de hogar, se irá beneficiando de mayores economías de escala", concluyen en Berenberg.
Las previsiones para Línea Directa siguen cayendo. Se prevé que este año su beneficio neto se reduzca un 25%, hasta los 83 millones de euros después de ganar 110 millones en 2021. En lo que va de año, las estimaciones se han ido enfriando hasta el punto de que hoy se espera un resultado neto un 27% inferior al primero de enero. De cara a 2023, los analistas han rebajado otro 22% sus estimaciones, hasta un beneficio neto esperado de 95 millones de euros a cierre de diciembre. Con un payout del 90%, se espera que su dividendo se recorte, aunque la rentabilidad actual es del 9,25%. Consulte aquí El calendario de próximos dividendos
El consenso le concede un precio objetivo de 1,43 euros por acción, lo que implica un potencial alcista del 62,5%.