
A la hora de una extracción de sangre te piden paciencia, una virtud que no están teniendo en cuenta los inversores de Grifols en el corto plazo. El precio de su acción acumula en el año un recorte del 27% hasta los 12,18 euros.
Esto ha llevado a la compañía a cotizar en niveles no vistos desde 2013 y por debajo de su mínimo de 2020 (el único del Ibex 35) cuando la bolsa se desplomó por el efecto del coronavirus. Y es que el mercado no está aceptado la evolución de las cuentas de la firma ya desde finales de 2021.
Grifols registró en los seis primeros meses del año un recorte del 40% -hasta los 152,8 millones de euros- en el beneficio neto respecto al 2021 (en el caso del ebitda ajustado es del casi el 12%). Y a corto plazo, el panorama no parece que vaya a mejorar, según las previsiones del consenso de mercado recogido por FactSet. Sin embargo, es en el largo plazo en el que hay que pensar con Grifols en la cartera y aprovechar que cotiza con descuento si se tiene en cuenta su precio objetivo medio.
Al cierre de este miércoles no existen firmas de inversión que vean a Grifols por debajo de los 15 euros. Este meta es la que defienden desde JP Morgan o más recientemente Bankinter, que actualizó este miércoles su precio objetivo de los 17,65 a esos 15 euros para los próximos 12 meses y que dan un potencial alcista del 23%. Pero el consenso de mercado es mucho más optimista con un precio objetivo en los 21,5 euros y un recorrido en bolsa por delante del 75%, el segundo valor con mayor potencial dentro del Ibex 35 por detrás de Fluidra, según FactSet.
La última puerta que se le ha abierto a la compañía es el acuerdo firmado recientemente con Canadá. El país quiere alcanzar un 50% de autosuficiencia en la producción de inmonoglobulinas (anticuerpos) y para ello se apoyará en Grifols y su experiencia demostrada en la recogida de sangre y generación de plasma en Estados Unidos. Pero este negocio no echará a andar este año, según prevén varias firmas de análisis.
Desde Berenberg consideran que el acuerdo tiene potencial para la compañía si replica el negocio que administra en otros países (comprar plasma en el país para después vender productos derivados en ese territorio), pero no cree que empiece a dar resultados hasta 2026. La misma fecha fijaron desde Banco Sabadell, que estiman ese año como el primero en el que la planta de Grifols en Montreal producirá hemoderivados a pleno rendimiento.
Hasta que este contrato firmado por 15 años repercuta en las cuentas del grupo el devenir de la economía de Estados Unidos influirá en el negocio de la española por su exposición a este mercado. Por un lado, la subida de tipos de interés en el país (y de los rendimientos de los bonos estadounidenses) afecta al endeudamiento de Grifols, de 10,6 veces su ebitda, según Bankinter. Por contra, la compañía tiene a favor la fortaleza del dólar -que saca cerca de un 12% en el año al euro- y que durante el primer semestre de 2022 el 65% de sus ventas llegaron de EEUU y Canadá.
Es la compañía más barata de su sector
No todo el sector farmacéutico se deprecia en lo que va de 2022, pero los que están más expuestos al negocio de la sangre sí que acaparan los mayores recortes desde el primero de enero. Y aunque la caída del precio de Grifols destaca sobre el resto la compañía se sitúa como la más barata de todas ellas según su PER (veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción). La española ofrece un multiplicador de 14,5 veces frente a las más de 15 de Roche Holding.