
Las bolsas de Europa afrontan la tercera semana de agosto muy cerca de las primeras resistencias a las que se enfrentan, aquellas que marcan el techo de la consolidación de las últimas semanas.
"El EuroStoxx 50 presiona el techo del movimiento consolidativo que desarrolla en las últimas sesiones dentro del rebote que despliega desde que a comienzos de julio pusiera a prueba la zona de mínimos de marzo en torno a los 3.387 puntos, que recordemos llegaron a ser cedidos en el EuroStoxx 50 tradicional pero no en su versión Total Return", asegura Joan Cabrero, analista técnico y asesor de Ecotrader, quien explica que sigue confiando en "el control de los alcistas en el corto plazo".
Los primeros objetivos y resistencias en la bolsa continental están fijados en los 3.855 puntos, que son los máximos que frenaron en junio el último rebote en el EuroStoxx 50.
En el caso del Ibex 35, la situación es similar. El selectivo español debe alejarse de los recién superados 8.400 puntos que se pueda pensar en ascensos hacia los 9.000 enteros, "que es el escenario que consideramos más probable", afirma Cabrero.
A pesar de que se pueda asistir a caídas y vaivenes en próximas fechas, "entiendo que se podrá confiar en un contexto potencialmente alcista mientras el selectivo español logre mantenerse sobre el soporte de los 7.780 puntos y no mostrará ningún tipo de debilidad mientras no pierda los 8.000 enteros".
El banco central de China baja tipos
Las miradas hoy, eso sí, están puestas en Asia, donde el Banco Popular de China ha dado un vuelco a la política monetaria mundial. En un contexto en el que la gran mayoría de las entidades centrales más grandes del planeta ha optado por acometer medidas poco acomodaticias, los máximos responsables del país asiático han optado por reducir inesperadamente el precio del dinero para dar un mayor apoyo a una economía afectada por los bloqueos destinados a frenar la propagación del Covid-19 y para tratar de buscar una reaceleración del sector inmobiliario, cada vez más hundido.
El recorte de tipos se produjo justo antes de que se conocieran los datos que mostraban que los precios de la vivienda volvieron a caer en julio, mientras que la producción industrial y las ventas minoristas fueron más débiles de lo esperado. Los problemas a los que se enfrenta la economía han continuado hasta agosto, con algunos compradores de viviendas aún negándose a pagar hipotecas sobre viviendas sin terminar y casos de Covid-19 aumentando a medida que los brotes y los bloqueos se extienden por todo el país.