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Candriam: la inversión en biodiversidad es solo el 15% de la necesaria

  • Es uno de los 4 objetivos que todavía tiene por abordar la taxonomía verde
  • Solo el 15% de la inversión en biodiversidad es privada, advierten desde la gestora
Vertido de aguas industriales contaminantes en un río. Foto: iStock.

Una de cada cuatro especies de animales y plantas está en peligro de extinción, y los ecosistemas naturales han disminuido en un 47% en los últimos años. El principal culpable de esta pérdida de la biodiversidad (es decir, de las especies que pueblan el planeta) es el cambio que se ha producido en el uso de la tierra y los océanos, seguida de la explotación directa por parte del ser humano y, en tercer lugar, el cambio climático. La alimentación de los seres humanos genera ya un 70% de la pérdida de la biodiversidad, según ha puesto de relieve este martes Alix Chosson, analista jefe de inversión ESG en Candriam, que ha ofrecido un seminario online centrado en el deterioro de los ecosistemas. Visite el portal especializado elEconomista Inversión sostenible y ESG.

En el evento también ha intervenido Marine de Bazelaire, asesora de capital natural en HSBC, quien ha puesto de relieve la falta de financiación para abordar los objetivos vinculados a esta cuestión, y lo ha hecho comparando la situación de la biodiversidad con la del cambio climático: "Para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París [conseguir la neutralidad climática en 2050] hacen falta cerca de 3 billones de dólares cada año y actualmente la cifra se sitúa en 600.000 millones; mientras tanto, en biodiversidad serían necesarios 800.000 millones aproximadamente, y estamos en 130.000 millones en este momento. Así que solo cubrimos el 15% de la necesidad, ese es el gap". La biodiversidad empieza a anidar en las carteras.

De Bazelaire ha hecho hincapié en la necesaria implicación del sector privado en este segmento de la inversión sostenible. "En lo que respecta al cambio climático, se estima que el 50% de toda la inversión procede del sector privado, mientras que para la biodiversidad el 85% viene del público. Por ahora, el sector privado está bastante retrasado, por lo que en el futuro su papel será necesario e importante para llenar esa brecha", ha señalado. Alix Chosson:"Su componente 'growth' hace difícil probar que la inversión ESG bate a la tradicional".

La taxonomía verde europea –el listado de actividades económicas que se consideran verdes desde el punto de vista de la inversión- incluye 6 objetivos, y el sexto es precisamente la protección y la restauración de la biodiversidad (por ahora, solo se han abordado los dos primeros, la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, que aglutinan la mayor parte de las actividades invertibles). Se espera que pronto esté completa la taxonomía, abordando ya esos cuatro objetivos restantes (protección de los recursos hídricos, economía circular y el control de la contaminación, además de la biodiversidad). Lea también: La Eurocámara da el primer paso para tumbar el etiquetado verde al gas y la nuclear.

Pese a que el cambio climático ha acaparado el foco de la inversión sostenible en los últimos años, la biodiversidad cada vez atrae más atención. Prueba de ello, más allá de su presencia en la taxonomía, es la creación de la task force for nature-related financial disclosures (TNFD), un grupo de expertos que trabaja para crear un marco de gestión y divulgación de riesgos relacionados con la naturaleza. La TNFD abordará los impactos de las compañías en el capital natural, al igual que ya hace el TCFD (task force on climate-related financial disclosures), ya en vigor, con los impactos climáticos. Ambos grupos de trabajo los creó el Consejo de Estabilidad Financiera a petición del G-20. 

De Bazelaire ha señalado que, cuando se habla de biodiversidad, es importante "hacer una distinción entre conservación y restauración. "La conservación tendría que ver con cumplir los objetivos de la iniciativa 30x30", ha explicado. Este movimiento de Naciones Unidas nació en base a una advertencia de la comunidad científica: para prevenir extinciones masivas de especie y reforzar la resiliencia al cambio climático, debemos proteger al menos el 30% de nuestro suelo y nuestros mares y ríos hasta 2030.  

Por su parte, la restauración tiene más que ver "con la transición desde los activos naturales degradados hacia otros mejorados". En este proceso, ha añadido, "las instituciones financieras pueden ayudar a través de los bonos verdes, de préstamos verdes o de los bonos de impacto, entre otros productos financieros verdes. Hemos estado trabajando con ICMA [la Asociación Internacional de Mercados de Capitales] para reforzar los KPI (key performance indicators o indicadores clave de desempeño) relativos a la biodiversidad para facilitar el diálogo entre compañías e instituciones financieras que estructuran este tipo de proposiciones. En cualquier caso, esto funcionará mejor, y aquí entra el sector privado, si estos activos generan flujos de ingresos", ha advertido la asesora de HSBC.

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