
El Parlamento Europeo ha dado el primer paso para tumbar la propuesta de la Comisión Europea que quiere clasificar las inversiones en gas y nuclear como de transición sostenible, en la polémica taxonomía. El comité de medio ambiente y el de economía de la Eurocámara ha votado a favor de rechazar la propuesta de Bruselas, por un total de 76 votos a favor, 62 en contra y 4 abstenciones. Para que el veto a la iniciativa sea definitivo, los eurodiputados deben ratificar el rechazo en el pleno de julio, pero la votación supone un primer aviso político importante.
La Comisión Europea se vio obligada a separar en varios actos delegados, es decir piezas legislativas, la propuesta de clasificación de inversiones verdes justamente porque el hecho de clasificar el gas y la nuclear dentro el grupo de inversiones de transición desató un fuerte rechazo, no solo en las formaciones políticas verdes sino también en países como Alemania.
"La energía nuclear no es sostenible y, por lo tanto, no debería ser parte de la taxonomía", dijo hace unas semanas el Ministerio de Medio Ambiente de Alemania y su Ministerio de Economía y Clima en un comunicado. Por otro lado, sin embargo, países como Francia dónde la nuclear tiene un importante peso, defienden esa clasificación. En otros casos, como España, Dinamarca y Luxemburgo rechazan clasificar cualquiera de estas dos energías como de transición verde. Los gobiernos también deben votar la propuesta y pueden tumbarla si lo rechazan al menos 20 países que supongan el 65% de población de la UE.
La Comisión argumenta que estas dos energías son necesarias para transitar hacia la neutralidad climática y defiende que debe entenderse esta medida como una parte dentro del todo que constituyen todas las propuestas legislativas dentro del amplio paquete Fit for 55. Sin embargo, genera mucha división tanto entre los estados miembro como entre las formaciones políticas.
La taxonomía es una clasificación comunitaria que tiene como objetivo homogeneizar criterios en relación a la sostenibilidad para que los inversores puedan distinguir entre las actividades que aportan o no a la economía verde. Por eso se considera la "piedra angular" de los planes de transición climática, ya que fijaría los criterios para decidir qué inversiones deben o no deben priorizarse.
El plan climático de la comisión de Ursula Von der Leyen está encontrando más problemas de lo previsto en la Eurocámara para salir adelante. La semana pasada, los eurodiputados fueron incapaces de pactar una posición común sobre la reforma del mercado de emisiones de carbono y aplazaron el resto de votaciones vinculadas. El comité de medio ambiente ha decidido también este lunes volver a llevar la reforma del mercado de emisiones a votación la próxima semana.