Bruselas
El plan climático europeo se atasca en la Eurocámara. Los eurodiputados votaron este miércoles hasta ocho piezas legislativas que integran el paquete 'Fit For 55', que tiene el objetivo último de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 55% para 2030. Pero la sesión plenaria probó las dificultades políticas que entraña una propuesta de tal calado. Los miembros del Parlamento Europeo han sido incapaces de pactar una posición común sobre la esperada reforma del mercado europeo de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés).
Se trata del sistema que obliga a los sectores intensivos más contaminantes (fábricas o centrales térmicas) a comprar certificados que compensan la emisión de CO2 en toneladas. Este mercado pone precio al dióxido de carbono que emiten unas 11.000 plantas industriales de consumo energético intensivo y funciona desde 2005.
La propuesta de la Comisión implica incluir el transporte por carretera y los edificios al sistema, pero las asignaciones gratuitas a sectores como el cemento o el acero y la fecha de implementación han impedido el acuerdo.
Exención de tasas
Concretamente, el sistema contempla unos permisos que eximen ciertas industrias de pagar por el CO2 emitido para que así puedan invertir en tecnologías limpias. El texto pactado previamente por el comité de Medio Ambiente de la Eurocámara preveía eliminar estas excepciones en 2030, pero una enmienda lo había rebajado hasta 2034 y la izquierda del hemiciclo, junto a los ultraconservadores han rechazado la totalidad del texto. Los europarlamentarios sí que han podido consensuar la inclusión del sector de la aviación en el sistema ETS.
Aunque justamente la incapacidad de pactar esta posición común sobre el mercado de emisiones ha provocado que la Eurocámara no haya podido sacar adelante tampoco su posición sobre el mecanismo que prevé fijar aranceles a las importaciones de productos intensivos en CO2, el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM) que busca proteger a ciertas industrias europeas de estándares medioambientales más bajos en terceros países. Por el mismo motivo, también se ha atascado el informe sobre el fondo social para el clima, que debería financiarse justamente con lo recaudado a través del ETS.
Retraso en la votación
La votación de estas dos iniciativas se han retrasado porqué se consideran vinculadas al mercado europeo de emisiones. La reforma del ETS deberá volver a ser discutida en el Comité de Medio Ambiente para ser sometida de nuevo a votación.