
Toda la deuda pública ha visto cómo su precio se desplomaba este año, en línea con lo que ha ocurrido con el resto de una renta fija que vive el peor inicio de año de su historia ante el cambio de rumbo de los bancos centrales hacia la normalización de sus políticas monetarias. Pero si hay una que ha sufrido más que el resto, dentro de la deuda pública, es la de la periferia europea.
Sus rentabilidades a 10 años escalan más de 200 puntos básicos desde enero, ante la caída de sus precios. Y, si tiene un fondo de renta fija en su cartera, hay muchas probabilidades de que no sea ajeno a esto, aunque no tenga un producto de deuda soberana propiamente dicho. Según datos de Morningstar, uno de cada cuatro fondos de renta fija europea tiene en su cartera al menos un 10% en bonos de la periferia.
A pesar de que el Banco Central Europeo (BCE) mostró el jueves un fuerte "compromiso" por evitar una fragmentación en el mercado de bonos, asegurando que utilizará todos los medios a su alcance para evitar que la rentabilidad de la periferia se dispare respeto a los del núcleo de Europa, sin que especificase cuáles eran esos medios, el viernes estos bonos volvieron a ser más penalizados que el resto.
El organismo presidido por Christine Lagarde quiere evitar situaciones como las vividas en 2011 o 2012, cuando la rentabilidad del bono a 10 años español o italiano escalaron hasta el 7% mientras la de Alemania se encontraba en el 2%. Sin embargo, el rendimiento exigido hoy a un bono español y portugués o italiano vuelve a ser superior al alemán. En concreto, el del español y portugués se encuentra en el 2,6%, el italiano en el 3,6% y el alemán, en el 1,4%.
Este repunte en la rentabilidad en los bonos es un arma de doble filo. Por un lado, ha penalizado las rentabilidades de los fondos que los tienen en cartera por las caídas de sus precios. Este año, los fondos de renta fija europea se dejan más de un 3,5% de media, según datos de Morningstar. Pero por otro, sus rentabilidades actuales plantean la duda de si empiezan a merecer la pena. Y la opinión de Enrique Lluva, directo de renta fija de Imantia, es que sí. "La expresión correcta es empezamos [a ver atractivo]. ¿Por qué? Porque seguimos contando con una pequeña ayudita del BCE. Expresamente nos ha dicho que no quiere problemas de fragmentación en deuda periférica y que montará un mecanismo para corregirlo si eso ocurre. Por tanto, niveles de 200 de diferencial en el Italia-Alemania y de 120 en el España-Alemania nos empiezan a parecer atractivos para empezar a comprar periferia [la respuesta es previa a la reunión del Banco Central Europeo, tras ella los diferenciales se han ampliado aún más]", indica. "¿Y por qué empezar? Porque no sabemos muy bien dónde está el nivel de llegada del alemán en este contexto inflacionario", concluye.
Dentro de la periferia, Luis Merino, responsable de renta fija, mixtos y selección de fondos en Santalucía AM, prefiere la italiana antes que la española. Y la razón es que "la deuda periférica española todavía no refleja adecuadamente los fundamentales en su prima de riesgo, por lo que seguimos infraponderados. En Italia vemos valor en los tramos cortos, aunque continuarán mostrando volatilidad elevada".
Qué hacer si ya está invertido
Para quien ya tenga exposición a este activo a través de fondos, el consejo es aguantar. "Podemos estar cerca del final o al menos de ralentizar mucho el ritmo de caída", considera Lluva. "¿Cambiarse a otro fondo de renta fija? Bueno, si sigue sufriendo la deuda pública, la corporativa y financiera tarde o temprano lo acabarán haciendo mucho peor. Sería tropezar demasiadas veces", sentencia.
Más allá de la exposición que puedan tener a la deuda periférica los fondos que pertenecen a la categoría de deuda soberana, un ejemplo de vehículo que no está dentro de este cajón pero que invierte una parte significativa de su cartera en bonos públicos de España puede ser el de Bissan Blindaje A (ver gráfico), que se considera de bonos diversificados y, sin embargo, tiene un 80% de su cartera en deuda pública española, según los datos de Morningstar. Estos mismos ejemplos se pueden encontrar con la deuda de Italia y la de Portugal.
La española es, de todas formas, la que más peso adquiere de media en los fondos de renta fija europea a la venta en España. Según este mismo proveedor tienen un 12,5% de sus carteras de media invertidos en ellos, un 6,7% en los de Italia; mientras que lo que invierten en Portugal es mucho más residual (0,6%).
"No pensamos que sea un buen momento para vender. La corrección del mercado de renta fija ha sido muy volátil, violenta y rápida, representando el peor comienzo de año de la historia" coincide en señalar Merino. "Aunque pensamos que la volatilidad continuará y el ajuste de tipos también, ya empezamos a ver algo de valor en tramos intermedios de la curva en bonos de alta calidad crediticia". Desde Unicorp señalan que, tanto la renta fija como la renta variable "empiezan a ofrecer rentabilidades con las que se pueden hacer carteras diversificadas muy interesantes, con las que será bastante probable superar a la inflación esperada para los próximos años".
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