
Iberdrola arrancó la semana en su nivel más alto de los últimos doce meses, en los 11,145 euros por acción, tras avanzar un 0,4% en la sesión. En el conjunto del ejercicio la eléctrica se revaloriza en bolsa un 7%, frente a las pérdidas del 13% que acumula su rival italiana Enel, el 14% que cae la francesa EDF o el 17% de la alemana E.ON.
El punto de inflexión en los últimos tiempos se produjo tras la presentación de resultados trimestrales que la utility española comunicó a finales de abril y, en concreto, al crecimiento en los mercados de EEUU y Brasil, que compensó el impacto negativo del negocio de generación y clientes como consecuencia de los altos precios de la energía en España y Reino Unido.
Y pese a este mejor comportamiento en el parqué, sus títulos siguen recibiendo una de las recomendaciones de compra más sólidas entre sus comparables europeas y los analistas creen que sus títulos aún pueden escalar más allá. En concreto, un 8% hasta los 12,02 euros en los que el consenso que recoge FactSet la ve cotizando a doce meses vista.
¿En qué se basan estas optimistas previsiones? En líneas generales, los expertos destacan el posicionamiento de la firma de cara a la transición energética y la calidad de sus activos, con un peso de los ingresos regulados y las inversiones en renovables.
Más arriba de estos niveles la ven hasta diez firmas de inversión, con precios objetivos entre los 12,1 euros y los 14 euros en los que la valora Barclays y que a precios actuales supone un potencial del 25,6%.
"Asumiendo un valor del pipeline de 4,8 euros/acción, creemos que la cotización de Iberdrola está actualmente considerando el valor del gasoducto renovable por valor de dos años. Pensamos que esto no refleja las fuertes ambiciones de crecimiento de la compañía en ese mercado y valora erróneamente el segundo mayor pipeline de renovables en el sector europeo. Vemos margen para que Iberdrola empiece a valorarse como una utility de crecimiento debido a su potencial expansión hasta 2030", argumentan desde la entidad.