La invasión rusa en Ucrania ha disparado la volatilidad hasta cotas que no visitaba desde enero del año pasado, en el entorno de los 30 puntos. El Vix, conocido popularmente como el indicador del miedo, que mide los vaivenes que esperan los operadores de bolsa para el S&P 500 durante los próximos 30 días, alcanzó el martes nuevo máximo anual en los 33,03 puntos, superando con creces su media desde 1990, de 19, y muy por encima de su nivel de principios de año, de 17.
Pese a la incertidumbre que el conflicto bélico plantea para los mercados, Duncan Lamont, CFA y responsable de investigación y análisis de Schroders, advierte que "no es difícil imaginar un escenario en el que se mueva aún más alto en los próximos días a medida que los acontecimientos continúan desarrollándose".
No obstante, el experto señala que "a pesar de ser un momento para vender, históricamente, los periodos de mayor volatilidad e incertidumbre han sido cuando los inversores más arriesgados han obtenido mejores rentabilidades".
Según los datos de la gestora, el selectivo americano ha generado una rentabilidad promedio en 12 meses de más del 15% si el Vix se situaba entre 28,7 y 33,5 puntos. Y más del 26% si superaba el 33,5.
Schroders: "La historia sugiere que los periodos de mayor temor, como los que estamos viviendo actualmente, han sido mejores para la inversión en bolsa"
Si bien es cierto que rentabilidades pasadas no garantizan ganancias futuras, "la historia sugiere que los periodos de mayor temor, como los que estamos viviendo actualmente, han sido mejores para la inversión en bolsa de lo que cabía esperar", afirma Lamont.
Según su análisis, quien decidió vender acciones del S&P 500 y pasar a efectivo diariamente cada vez que el Vix superaba los 33,5 puntos y volvía a invertir cuando la volatilidad volvía a caer habría tenido un peor comportamiento al de un inversor que hubiera permanecido invertido de forma continuada en un 2,3% anual desde 1991 (7,6% anual frente al 9,9% anual, sin tener en cuenta los costes".