Tras los efectos más duros de la pandemia ha vuelto el crecimiento económico y la recuperación de la demanda energética. Esto ha producido un shock de oferta que ha disparado los precios de la energía, con el del gas a la cabeza.
En Europa, el TTF, referencia del gas para España (Mibgas), se ha multiplicado por 8 respecto al promedio de los últimos años, superando los 170 euros/MWh. Esto, junto a la fijación de precios en sistemas marginalistas, hace que el precio de la electricidad alcance máximos históricos, superando los 380 euros/MWh en España y con una volatilidad sin precedentes. Es una de las mayores piedras en el camino hacia la descarbonización del sector energético.
En Europa no parece que vaya a cambiar el modelo de compras de gas, que en los últimos años ha evolucionado hacia un mayor peso del contado (spot). Desde 2010 se ha reducido la contratación de gas indexada a los precios del petróleo a largo plazo y han crecido los contratos indexados a precios del hub o ligados a precios spot en los mercados forward. Esto ha permitido tener un precio del gas más bajo durante 10 años, pero desde el segundo semestre de 2021 asistimos a la situación contraria.
Por otra parte, el cierre del carbón y las plantas de fuel eleva la dependencia del gas y, en mercados como el español, prácticamente ha desaparecido la posibilidad del switch coal to gas o fuel to gas, que ayudaba a limitar las subidas de precio. Hasta que haya una batería de respaldo lo suficientemente competitiva y eficiente, será el ciclo combinado de gas el que fije los precios gran parte del tiempo en un sistema marginalista.
La Agencia Internacional de la Energía estima que la demanda de gas para generación eléctrica en Europa caiga un 10% anual hasta 2030 respecto a 2020, pero aumente un 15% para los picos de demanda.
La descarbonización tiene un coste y una repercusión en los países productores de hidrocarburos. Rusia y Oriente Medio tratarán de vender antes su petróleo y gas a buenos precios. La geopolítica gana peso y las decisiones políticas-climáticas para reducir la demanda de hidrocarburos pasan a ser "el enemigo". Los conflictos de Rusia con Ucrania y Bielorrusia, entre otros, contribuyen a elevar el precio del gas, que debería normalizarse ~25-30 euros/MWh, pero durante 2022 esto es muy poco probable.
Los precios seguirán mucho más altos
La tensión de los precios actual (70-100 euros/MWh) obedece más a un shock de oferta post-Covid que a problemas estructurales de suministro de gas por lo que debería volver a niveles más sostenibles. Estimamos que el precio del gas GNL en destino (Europa) tendría un precio ~25-30 euros/MWh asumiendo un Henry Hub en línea con los precios de los futuros hasta 2025 (~4 dólares/mnBtu) y con los precios medios desde el desarrollo del shale gas en 2009.
En Europa varias circunstancias han disparado los precios al alza, como la recuperación de la demanda (+4% a/a) tras las caídas de 2020; la reducción de la producción de gas europea (Holanda está cerrando la producción de Groningen); y la caída de las importaciones de Rusia (~60% del total) y Argelia por diferentes motivos.
Hay también otros factores que afectan a los precios eléctricos, como los derechos de emisión de carbono (>80 euros/Ton actualmente vs. ~25 euros/Ton durante 2020), que se incorporan al coste de la electricidad: 80 euros/Ton implica otros 30 euros/MWh adicionales en el precio de la electricidad. Además de la UE, muchos otros países están incorporando mecanismos para incluir el coste de las emisiones que incentive las renovables. En Europa, cabría esperar también una moderación del precio de estos derechos a corto plazo para no perjudicar más la competitividad de la industria europea.
En España todavía no se han reflejado los aumentos de precios para el largo plazo. La normalización de precios del gas (y moderación de los derechos de CO2) puede ser lo que prevé el mercado, dado que los precios de la electricidad de las últimas subastas (septiembre en España) y los precios de los recientes contratos a largo plazo (PPA) han estado en niveles de 30-40 euros/MWh, muy alejados de los precios spot (> 200 euros/MWh). Con precios del gas "normalizados" y precios del CO2 inferiores, el precio de la electricidad en España debería converger en torno a 50 euros/MWh por muy irracional que pueda parecer en estos momentos.