
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha empezado con su 'entrevista de trabajo' para un segundo mandato con un tema central sobre la mesa: la disparada inflación del país, en máximos desde los años 80. Y Powell ha prometido endurecer la política monetaria todo lo necesario si las presiones sobre los precios no se frenan para mediados de año tras el carpetazo a los estímulos y las primeras subidas de tipos. "Responderemos de forma adecuada si la inflación se atrinchera para mediados de año", aseguró.
La sesión de hoy ante el Comité de Finanzas del Senado de EEUU era, en parte, un trámite, ya que todo indica que Powell cuenta con los votos necesarios para ser reelegido. Pero los senadores aprovecharon el interrogatorio para centrarse en el tema que más preocupa a los ciudadanos y al Gobierno de Joe Biden en estos momentos: la inflación. Un problema que, según reconoció el presidente del banco central, ha pillado por sorpresa a la Fed. "Pensamos que los cuellos de botella se resolverían más rápido. Nunca antes habíamos visto un colapso de las cadenas de suministro como este. Nuestros pronosticadores esperaban una inflación más baja por ahora, pero no estamos viendo el progreso con las cadenas de suministro que habíamos esperado", dijo.
Powell insistió en lo inesperado de la situación provocada por la pandemia a la hora de justificar que no previeran que la subida de precios iba a ser más permanente de lo esperado. "Este es un conjunto único de circunstancias. Normalmente la falta de demanda se puede compensar con estímulos, pero esta es la primera vez que hay límites duros a la economía por la gran falta de suministro. La gente quiere comprar coches pero no pueden por falta de semiconductores. Esto no tiene precedentes", aseguró.
El presidente de la Fed puso sobre la mesa la hoja de ruta trazada por el Comité de Mercados Abiertos en su última reunión. "A medida que avancemos este año, avanzaremos en la normalización de la política monetaria, terminaremos nuestras compras de activos en marzo, aumentaremos los tipos después y probablemente comenzaremos a reducir nuestro balance. Esperamos una mayor recuperación en la participación laboral, una disminución de las restricciones de oferta y una estabilización de la política monetaria", dijo. Pero dejó la puerta abierta a tomar más medidas si fuese necesario. En concreto, mencionó que empezarán a hablar de la hoja de balance a partir de la cuarta reunión del año, fijada para el 15 de junio.
El banquero admitió que la previsión de que las cadenas de suministro se estabilizarían por sí solas les puede haber llevado a permitir algo más de estímulos de lo deseable. Y reconoció la dificultad de resolver las causas de las subidas de precios actuales con sus herramientas. "Los sectores de bienes -automóviles, electrodomésticos, alimentos- son los que más contribuyen a la inflación, no el lado de la demanda, que es el que podemos impactar. En este momento, nuestra política es muy acomodaticia, por lo que no estamos restringiendo la demanda, la estamos fomentando. Necesitamos cortar los estímulos y tal vez comenzar a apretar" en los próximos meses.
"Acabar con la pandemia es la principal clave para estabilizar la economía del país"
Pero fue muy claro a la hora de señalar la principal causa de los problemas: la pandemia. Y animó a la gente a vacunarse: "Acabar con la pandemia es la principal clave para estabilizar la economía del país. La crisis aún no ha pasado, aunque el mercado laboral se ha recuperado rápidamente, los desajustes son muy claros". Y advirtió de un posible freno cuando termine la ola actual. "Cuando los casos de ómicron se desaceleren, es posible que veamos una desaceleración en la contratación, pero nuestros pronosticadores esperan que la pausa en la economía sea de corta duración y que la economía se recupere rápidamente. Tenemos que centrarnos en los datos y estar dispuestos a adaptarnos con agilidad", afirmó.
Y tras enfrentarse a Elizabeth Warren, la senadora demócrata más izquierdista del comité y que probablemente votará en contra de su reelección, Powell admitió que es posible que empresas y trabajadores estén aprovechando esta situación para mejorar sus condiciones. "Es posible que las empresas estén aumentando los precios porque pueden", dijo. Pero "los salarios están creciendo claramente en el lado más pobre de la población, probablemente esté ocurriendo algo ahí. Los trabajadores ahora tienen más poder de negociación, y es posible que vaya para largo", dijo. El mercado laboral que haya después de la pandemia va a ser diferente al anterior. La clave estará en cómo de diferente será.