
Se divisaba el ecuador del mes de agosto de 2015 cuando en el mercado de divisas se produjo el desencadenante de una de las mayores tormentas bursátiles de los últimos tiempos: la devaluación del yuan.
La moneda oficial de una de las economías más grandes del planeta, la china, desataba una de las últimas grandes crisis económico-bursátil hasta la llegada del Covid-19 en 2019 y se consagraba como una de las grandes referencias en el mercado de divisas a la que había que seguir de cerca por el riesgo sistémico que podía conllevar su evolución.
Ahora, más de un lustro después, la situación es la opuesta. El renminbi lleva meses apreciándose frente a las divisas más negociadas del planeta, incluido el dólar estadounidense, que se encuentra en el centro de todas las miradas por la fortaleza que ha supuesto para su cotización el acelerón a la reducción de los estímulos monetarios por parte de la Fed para combatir el temido avance de la inflación.
De hecho, el yuan avanza cerca de un 3% desde los mínimos de marzo frente al dólar en un periodo en el que el billete verde se ha apreciado frente a la gran mayoría de sus cruces más negociados. El mejor reflejo de este comportamiento lo da el Índice Dólar, que mide el comportamiento de la divisa estadounidense frente a los principales pares de todo el mundo y se aprecia en ese mismo periodo de tiempo más de un 3%.
"A pesar de la fortaleza del dólar en otros lugares, el yuan ha seguido apreciándose también, gracias a los buenos resultados de las exportaciones y a las entradas en el mercado de bonos nacionales", explica Jeffrey Halley, analista de mercado sénior en Asia-Pacífico para OANDA, quien destaca también que este movimiento alcista de las últimas semanas y meses ha llevado a los funcionarios del Gobierno chino a "pedir a los bancos que limiten la especulación con el yuan, es decir, que dejen de comprarlo".
Para tratar de frenar esta apreciación, el Banco Popular de China ha fijado recientemente un precio más bajo para el yuan frente al dólar y "en su informe trimestral dejó la puerta abierta a una política monetaria más flexible equilibrando el control de riesgos y estimulando el crecimiento", añaden desde el departamento de análisis de Banco Sabadell.
Y es que, la entidad central del país ha cambiado su retórica, y ha abierto de nuevo la puerta a implementar una política monetaria acomodaticia, al eliminar algunas afirmaciones clave que hasta ahora mantenía y que aludían a controlar la oferta monetaria, y a no inundar de nuevos estímulos la economía del país.
Por su parte, Simon Harvey, analista senior de Mercados de Monex Europe, hace especial hincapié para explicar este comportamiento en que "la divisa se está convirtiendo en una moneda más global que regional a medida que el país abre el acceso internacional a su mercado de capitales". "Además", añade, "aunque gran parte de esta fortaleza puede atribuirse a factores fundamentales, la actuación del Banco Popular de China también puede explicar parte del nivel de estabilidad de la moneda en momentos de máxima volatilidad debido a los cambios en las condiciones económicas mundiales".

Precisamente es ese factor estabilizador que se le achaca a la entidad central oriental al que recurren desde Credit Suisse cuando hacen sus previsiones para la divisa asiática de cara a 2022. "Esperamos que el yuan se mantenga estable o suavice un poco su comportamiento en la primera mitad de 2022", avisan desde la entidad helvética, mientras inciden en lo determinante que será la capacidad del Gobierno del país para resolver la reciente tensión en el sector inmobiliario, así como la incertidumbre del régimen regulatorio.
Y en la misma línea se posiciona el consenso de mercado, que, según recogen desde Bloomberg, ve al yuan cediendo terreno frente al dólar estadounidense en lo que queda de año.
Yen japonés, euro y corona sueca, los más bajistas frente al yuan
La divisa china no solo ha logrado apreciarse desde que dio comienzo el año frente al dólar estadounidense -la moneda más 'fuerte' del planeta-, sino que además ha logrado revalorizarse frente a la gran mayoría de monedas. Los casos particulares del yen japonés, el euro y la corona sueca son los más notables en ese sentido. Frente a la divisa nipona, de hecho, el yuan se aprecia más de un 10%.
Aunque eso sí, la referencia japonesa es una de las divisas que suelen comportarse mejor en momentos de pánico en el mercado y puede empezar a revertir la situación. Ante las caídas de mercado vistas en los parqués en la última sesión de la semana, el yen se revalorizó más de un 1,5% frente al dólar en un comportamiento que responde a "una reacción instintiva a las noticias que comenzaron a circular el jueves, sobre la posibilidad de que esta nueva cepa de virus revierta la apertura de la economía mundial", señala Ricardo Evangelista analista de ActivTrades.