
La publicación del último dato trimestral de crecimiento económico de China ha generado -como se esperaba- reacciones en todos los ámbitos, incluido en el mercado de divisas.
El yuan chino es el mejor ejemplo. Ayer marcó su nivel más alto en su cruce frente al dólar estadounidense tras subir más de un 0,65%. Y ya suma un avance cercano al 1% desde que dio comienzo el mes de octubre.
"El Banco Popular de China (la entidad central del país) no está mostrando ninguna señal en sus fijaciones diarias de que quiera frenar la fortaleza del yuan y, dada la probable magnitud de su factura energética importada en los próximos meses, no les culpo", asegura Jeffrey Halley, analista de mercado de OANDA en Asia Pacífico.
Y es que, una divisa más fuerte abarataría las importaciones ya que los productos procedentes de la zona dólar verían rebajados sus precios (también el petróleo, con sus consecuentes repercusiones en la factura energética).
Sea esa su principal intención o no, lo que queda claro es que "el objetivo de las autoridades monetarias chinas (establecer igualdad de condiciones con el dólar estadounidense) se mantiene vigente", señalan desde Deutsche Bank en la actualización de sus perspectivas macro y de inversión para el último trimestre del año. "Por ello", prosiguen desde la entidad alemana, "seguimos apostando a largo plazo por el yuan, puesto que se tendrá que seguir asignando posiciones a esta divisa".

En este sentido, el yuan se ha apreciado frente a ocho de sus diez cruces más negociados en lo que ha transcurrido de ejercicio. Y es que, sólo el dólar canadiense y la corona noruega, muy vinculadas a la evolución de un barril de petróleo que ronda máximos de 2018, han logrado un comportamiento más alcista que el de la divisa oriental en 2021.
Además, hay que puntualizar que la fortaleza del yuan de las últimas semanas encuentra explicación también en la debilidad del dólar estadounidense, algo que se puede comprobar revisando el comportamiento alcista del resto de divisas regionales que también suben, como el won surcoreano, el baht tailandés, el peso filipino o la rupia india, señalan desde OANDA.