
Dejamos atrás una semana en la que lo más destacable ha sido ver como Wall Street ha mostrado, una vez más, una fortaleza envidiable como demuestra el hecho de que tanto el Dow Jones Industrial como el S&P 500 han vuelto a su zona de altos de todos los tiempos, tras recuperar toda la última corrección que nació a comienzos de septiembre pasado.
Estas subidas son algo que desde el punto de vista técnico son más relevantes de lo que a priori podría parecer, toda vez permiten identificar en los mínimos que han marcado los principales índices estadounidenses este mes de octubre un soporte que podemos calificar como crítico.
De hecho, me atrevo a decir que los 4.278 puntos del S&P 500 o los 33.600 puntos del Dow Jones Industrial se han convertido en la línea divisoria que separa un contexto alcista de uno potencialmente bajista a medio plazo, cuya cesión invitaría a reducir la exposición recomendada a bolsa de un modo contundente, hasta niveles del 50% de los actuales que están ligeramente sobre el 70%.
La distancia que hay hasta esos soportes clave es del 6% y este es precisamente el riesgo que todo inversor en bolsa debe estar dispuesto a asumir en estos momentos con la exposición que tenga. En caso de que no asuma ese riesgo les invito a que reduzcan esa exposición hasta el nivel en el que se sientan cómodos.
Todavía no tengo claro que se pueda descartar la posibilidad de ver una consolidación mayor en las bolsas, pero esta sería más en tiempo que en profundidad ya que entiendo que no deberían de perderse de forma general los mínimos vistos en septiembre y octubre si queremos seguir confiando en un contexto de mayores alzas en próximos meses.
Una vuelta o aproximación a esos mínimos lo vería como una nueva oportunidad para comprar bolsa.

