A veces el mercado peca y se olvida de cumplir con el primer mandamiento que dicta su ley, que corresponde a la oferta, la demanda y el precio de los bienes y servicios. En un mercado perfecto, una mayor demanda incrementa el precio hasta que se equilibra. Sin embargo, con las materias primas y su transporte no está ocurriendo esto.
En lo que va de año, el precio de las materias primas, medido a través del Bloomberg Commodity Index, se ha incrementado en un 33% y ha alcanzado máximos no vistos desde 2015. Esto debería trasladarse a menos compras de materias a nivel internacional y, en consecuencia, a una caída de los precios de los fletes.
Sin embargo, ha sucedido todo lo contrario. El Índice Báltico Seco mide de forma diaria el coste medio por tonelada al que los propietarios de los navíos fletan sus embarcaciones a través de las cuales se realiza el 95% del transporte de mercancías global de materias primas sólidas, y por ello también sirve de indicador adelantado de la actividad económica.
Desde el primero de enero, este indicador del comercio internacional acumula un avance de casi el 250% tras pasar de los 1.357 puntos a los más de 4.750 puntos en los que cotiza actualmente. Y eso que se ha desinflado ligeramente en las últimas dos semanas, en las que suma una caída de algo más del 15%.
Juan Ignacio Crespo, asesor del fondo multiciclos global de Renta 4, explica que "esto lo que indica es que el transporte de materias primas sólidas [granos, mineral de hierro... etcétera] se ha encarecido muchísimo en los últimos 14 meses y su comportamiento dista mucho del de 2018".
"Todo esto refleja ese aumento descontrolado de la demanda junto con los problemas de descoyuntamiento de las redes de distribución provocados por la pandemia", agrega el experto. "La falta de productos y componentes no solo afecta ya a los microchips sino a productos tan cotidianos como a sillas de cocina o las tazas de desayuno, tal y como apuntan empresas como Ikea", arguye Crespo.
Desde la propia Maersk, que es una de las mayores empresas navieras del mundo, se avisa de que la única solución a estos problemas de suministro es precisamente moderar el consumo. "Tenemos que averiguar cómo romper este círculo vicioso", decía el director de una filial del grupo en una entrevista al Financial Times.
Crespo advierte de que "la expansión económica amenaza con devorarse a sí misma". "El mal comportamiento reciente del consumo privado en Estados Unidos quizás alivie algo la situación, y más teniendo en cuenta que se han terminado los cheques de 300 dólares semanales que estaban recibiendo 7,5 millones de norteamericanos, aunque la Fed y el Tesoro se verán tentados de animar el consumo con nuevas medidas y estímulos, lo que empeoraría la situación de la cadena de oferta", concluye.
El contenedor se encarece
También ha subido mucho el transporte de contenedores, medido a través del índice Harpex, que se ha revalorizado un 800% desde junio del año pasado.
Otra forma de medir lo mismo es a través de los precios que se pagan por contenedor entre las principales rutas del mundo utilizando el Shanghai Shipping Exchange Containerized Freight Index, que incluye las 15 mayores rutas mundiales con el puerto de Shanghai. Entre estos puertos se encuentran Hamburgo, Rotterdam, Barcelona, Génova, Los Ángeles, Nueva York y Osaka, entre otras. Este índice, que hace media de todos estos trayectos, acumula un incremento del 65% en lo que va de año y cotiza en la zona de máximos históricos (se calcula desde 2011).
