Todas las opciones están abiertas, asegura Bernardo Velázquez, consejero delegado de Acerinox, como respuesta a un ruido de mercado que es abrumador. Los analistas esperan el anuncio de un programa de recompra y la acerera sostiene que se lo está pensando. También podría optar, incluso, por un dividendo extraordinario ante un beneficio que se prevé histórico de cara a 2022.
Usted ya reconoció que eran optimistas respecto a 2021, pero ¿esperaba un año tan positivo con revisiones de los analistas al alza sobre el beneficio y el precio objetivo?
Hay que tener en cuenta que cuando publicamos los resultados de 2018 ya se veía cierta recuperación. Somos cíclicos, y después de varios años regulares, nos tocaba en 2020, pero vino la pandemia y todo se colapsó dejando mucha masa monetaria embalsada que podría jugar a favor y que se está destapando ahora. Por utilizar un ejemplo muy gráfico, durante el año pasado el almacenista de acero optó por bajar inventarios a mínimos y los fabricantes hicimos otro tanto.
"No es que falten materiales: hay de sobra para atender la demanda real, pero no para reconstruir al mismo tiempo los stocks"
Este año la gente ha empezado a comprar lavadoras de nuevo lo que provoca que el de la tienda pequeña se encuentre con escasez, y decida que tiene que comprar las que espera vender y también otras más para reponer stocks y poder hacer frente a una demanda que está creciendo. Tiene que comprar el doble. Al gran distribuidor le sucede lo mismo; y llega hasta el fabricante de acero que está al principio de la cadena.
No es que falten materiales, hay de sobra para atender la demanda real, pero no para reconstruir al mismo tiempo los stocks de toda la cadena de suministro. Esto nos lleva a tener que alargar nuestros plazos de entrega, lo que históricamente deriva en una subida de precios.
¿La demanda de acero es ya superior a la de 2019?
El consumo aparente que incluye movimientos de inventarios es mucho mayor, pero el consumo real es algo más alto que 2019, pero no excesivamente.
Desde el mes de mayo acumulan hasta cinco subidas de precios del acero en su fábrica estadounidense de NAS (North American Stainless) ¿Esperan más hasta el cierre de año?
Hicimos tres subidas de precio hasta junio, y luego hemos hecho en agosto, septiembre y octubre, dos de ellas de dos puntos porcentuales, unos 75 dólares, y otra de un punto, o sea que estaremos hablando de 150 -225 dólares por tonelada. No obstante, en los precios es difícil hablar de esto porque depende mucho de qué plazo de entrega estamos hablando, de qué tipo de cliente... etcétera. Cuando hablamos de 1.600 dólares por tonelada en Europa, que es lo que se está diciendo, es más bien un precio que puede estar dando un gran almacenista alemán a uno de sus clientes. En EEUU es parecido.
La crisis de la cadena de suministro está impactando de forma notable a la industria de la automoción, que para Acerinox es un 8% de las ventas. ¿Está afectando a la compañía?
Sí, nos está afectando porque las ventas que tenemos en automoción están frenándose. Ahora mismo son entre el 60% y 80% de lo que esperábamos, pero, aunque nos afecta, la demanda de otros sectores es tan fuerte que nos hace compensar esta parte.
¿Espera que la compañía alcance ebitda y beneficio neto histórico este año por encima de los 952 millones de 2006 o, a más tardar, en 2022, como prevé el consenso?
Me gustaría que fueran los dos. Es pronto para decirlo. Lo que sí sé es que van bien las cosas y vamos a seguir esforzándonos para que salgan lo mejor posible. Es importante destacar que no solamente están subiendo mucho los precios, sino que desde entonces hemos hecho un trabajo tremendo en el ahorro de costes. Todos los planes de excelencia que pusimos en marcha a partir de 2008 están aflorando ahora.
"Todos los planes de excelencia que pusimos en marcha desde 2008 están aflorando ahora"
Volviendo a las cuentas de Acerinox, a cierre del primer semestre las sinergias con VDM Metals fueron un 42% superiores al objetivo que tenían previsto, hasta los 5,2 millones de euros. ¿Cómo prevén acabar el año?
El año va a acabar en los niveles pre-Covid. VDM está trabajando a plena producción, integrándose muy bien en el grupo. Hay sinergias que requieren la presencia de los técnicos. No compramos VDM para reestructurarla. Ya somos el fabricante con un abanico de productos más amplio del mundo. El objetivo de sinergias está siendo superado, seguimos paso a paso, no son sinergias que se hayan adelantado en el tiempo, sino que estamos encontrando más vías de colaboración y, sobre todo, vienen por la parte comercial. Habrá mucho más de lo que encontramos en principio, pero sobre todo lo habrá si somos capaces de desarrollar ventas conjuntas y ampliar nuestro abanico de clientes.
El mercado lleva meses especulando con una posible recompra de acciones una vez que el endeudamiento de Acerinox ha caído por debajo de las 1,2 veces ebitda, que es el objetivo que se habían fijado. ¿Se lo plantean en el corto plazo?
Nosotros tenemos que tener una política de retribución muy estable y no podemos dejarnos llevar por los resultados de un año. Tenemos que ser muy prudentes y analizar a lo largo del ciclo cómo vamos. Vamos a ver detenidamente los tres pilares que se relacionan en esta ecuación que son cuál queremos que sea nuestra deuda, qué podemos hacer para mejorar el precio de la acción, y es algo que también se puede hacer a través de una inversión que te va a dar más retorno. A través de esta ecuación que es deuda/inversión/recompra de acciones veremos qué posibilidades hay.
¿Se abriría la puerta a subir el dividendo en metálico [0,5 euros brutos/acción]?
Podría ser otra solución, o un dividendo extraordinario, pero no me quiero decantar por ninguna de las fórmulas porque es una decisión que corresponde al consejo. Parece que está más de moda la recompra, porque reduce el dividendo a futuro [a menor número de acciones, menor desembolso].
Sea como fuere, sí se están planteando premiar a los accionistas de alguna manera…
Estamos considerándolo, pero todavía no hay nada decidido.
La salida de Nippon Steel, que contaba con una participación del 15,9%, era algo esperado por el mercado. ¿Cómo ha sentado en la compañía?
A mí me produce tristeza. Son muchos años con Nisshin Steel, que fue socio fundador de Acerinox desde el año 1970. Éramos buenos socios, buenos amigos, pero hace tres años se altera este equilibrio porque Nisshin Steel es absorbida por Nippon Steel. Ya no encaja tan bien en la estrategia y tenemos conflictos de intereses. Nippon Steel tiene una sección de aleaciones especiales, tiene intereses en una fábrica de Tailandia [que competiría con Bahru Stainless] y ya no encaja. Siento mucho la marcha de un accionista significativo, pero los fundadores de Acerinox ya habían salido unos años antes. Es una evolución natural que esperábamos.
¿Se siente un poco más aliviado una vez que se ha limitado el 'overhang' [presión bajista] sobre la acción?
Hubiéramos preferido seguir siendo aliados, pero en el momento en el que deciden que no es estratégico y lo ponen como activo financiero [para la venta] ya empieza a crear un cierto runrún que no favorece al precio de la acción. A continuación, cuando se vende el primer paquete, ya no tiene vuelta atrás. Nos hemos quitado un lastre, no me refiero al accionista sino a la situación de venta de acciones, y ahora mismo hay mucho interés por las acciones. Ningún analista recomienda vender, se habla de potenciales de revalorización del 30%.
"El precio de la energía se ha comido la mitad del beneficio de Algeciras"
Los altos precios de la energía están siendo uno de los mayores quebraderos de cabeza para el sector industrial. Las paralizaciones de las fábricas empezaron hace ya varias semanas en Europa, y en España se están produciendo en los últimos días, con compañías como Sidenor o ArcelorMittal viéndose obligadas a reducir su actividad por el incremento de costes que está generando el encarecimiento constante del coste de la electricidad.
Velázquez reconoce el incremento de costes que está generando la electricidad, pero evita dar un precio de la factura que pueda terminar generando una paralización, o un recorte, de la producción de acero de la compañía.
"No tenemos calculado un precio concreto, pero es algo que nos está afectando mucho. Parte de la recuperación de la fábrica española se la está comiendo el precio de la energía, tanto la eléctrica, como el gas. Y es en España donde más nos está afectando a todo el grupo. En todas las fábricas del mundo tenemos beneficio, pero en Algeciras se está comiendo prácticamente la mitad de las ganancias que deberíamos tener", reconoce.
"El diferencial que tenemos entre la industria en España y los países con los que competimos es muy amplio. En Francia, los consumidores electrointensivos viven de una compra de electricidad a las centrales nucleares a un precio fijo, que está en unos 40 euros. De este modo, aunque suba el precio de la electricidad en Francia, tienen esa ventaja, por lo que su media es mucho más baja que la nuestra. El diferencial está aumentando en Francia y también en Alemania. Además, tienen mecanismos para retribuir al consumidor industrial, que también les favorecen. Si hace unos años planteábamos que, si estuviéramos en Francia, ganaríamos 30 millones más, ahora esta cifra probablemente vaya por los 100 millones", explica Velázquez.
A su juicio, "un dinero de la industria que debería ir a retribuir al accionista, a invertir en sostenibilidad... etc, al final estos recursos se están yendo al coste energético. Es una pena", se lamenta.

