
Ya advertía la semana pasada que se avecinaban tiempos definitorios para el bitcoin, sobre todo tras el clamoroso fracaso que sufrieron los bajistas después de que a finales de julio lograron confirmar el tan temido cruce de la muerte.
Las implicaciones potencialmente bajistas de ese cruce quedaron canceladas después de que la curva de precios del bitcoin consiguiera confirmar un cruce dorado. Cuando sucede este tipo de situaciones siempre me viene a la mente una de las máximas que tengo grabada a fuego a la hora de operar y que dice que "un fallo bajista suele ser algo alcista".
Hoy hace siete días les señalaba que un cruce dorado es uno de los eventos más esperados en torno al bitcoin ya que es una señal potencialmente alcista que debe ser vigilada toda vez podría estar advirtiéndonos de un inminente ascenso en el precio de esta criptomoneda, que podría buscar en próximas fechas los máximos que estableció en la fatídica sesión del 7 de septiembre, cuando pasó de subir un 6% a caer un 21% desde el alto que marcó en los 53.125 dólares.
Pues bien, no hemos tenido que esperar mucho para asistir a una vuelta a esos máximos de septiembre, algo que no me sorprende después de que el precio del bitcoin lograra romper el obstáculo que representaba la directriz bajista que venía guiando las caídas durante las últimas semanas y que discurría por la zona de los 43.555 dólares.
La ruptura de esta directriz y de primeras resistencias relativas de 45.115 dólares ha abierto la puerta a un nuevo rally en el bitcoin hacia un primer objetivo y resistencia en los señalados 53.125 dólares, por encima del cual habría que pensar en alzas hacia los altos históricos de abril pasado en los 65.520 dólares.
Por otro lado, lo que ha sucedido a corto plazo me facilita muchísimo el trabajo analítico de seguimiento del bitcoin ya que me permite identificar en los 40.000 dólares, que son los mínimos de septiembre y el suelo de la última corrección, la línea divisoria que separa un contexto alcista de uno potencialmente bajista que mucho me temo podría llevar al bitcoin a sufrir un batacazo de órdago.
Teniendo identificado ese soporte crítico me encuentro muy cómodo y esa es la referencia de stop que sugiero utilizar a aquellos que operen con la criptomoneda con una visión de medio plazo.
A corto plazo, estando donde está el precio, esto es en plena zona de resistencia de los 53.125 dólares, la recomendación es más un mantener que abrir largos. Para esto último lo ideal sería esperar a que superara esa resistencia y abrir largos (comprar) en cuanto se formara una consolidación a la zona de los 48.600 dólares.