
La crisis de suministro de semiconductores está ya impactando a los grandes proveedores de automoción europeos que podrían descontar futuros recortes en sus estimaciones de beneficios. La francesa Faurecia ha sido la primera en reconocer públicamente un profit warning, que los expertos creen que podría extenderse a otras compañías. Desde el pasado mes de junio, momento en el Stoxx 600 Autos, hizo máximos, las estimaciones de beneficio para 2021 entre los fabricantes de componentes europeos han sido recortadas un 10%, de media, aunque en el caso de las tres francesas este recorte llega al 20% para Valeo y al 12% para la ya mencionada Faurecia y Plastic Omnium.
Los analistas de Bank of America dicen esperar nuevos recortes en las previsiones de Continental y Hella, pero no creen que llegue a Valeo y a la germana Schaeffler. Lo más llamativo en el caso de las dos españolas, CIE Automotive y Gestamp, es que sus previsiones prácticamente no han sufrido modificaciones. Y es destacable porque la cotización de Gestamp se ha dejado por el camino un 34% de su valor desde los máximos de junio, más del triple que el sectorial europeo -que retrocede casi un 10%- y el doble que CIE Automotive -que pierde cerca del 17%-. No obstante, su free float en el mercado es mucho menor -cercano al 27%, lo que aumenta la volatilidad-, lo que acentúa los movimientos en bolsa. En el último mes su caída -del 17%- lleva a Gestamp a perder el trono del oro (que en el último año le daba ganancias del 58%, las mayores de entre sus comparables) para pasar a ganar un 32%, similar a CIE. Aunque es cierto que otras firmas, como Valeo, por ejemplo, en el mismo periodo retroceden un 11%.
Caída de las ventas
Pero, ¿qué esta sucediendo? El origen de la crisis de chips para el sector de la automoción hay que buscarlo en la pandemia, cuando la demanda de productos tecnológicos se incrementó de manera exponencial al tiempo que la población mundial estuvo confinada en sus casas. El sector cree que la falta de suministro no se solucionará hasta el segundo semestre de 2022.
Además, las grandes automovilísticas han lanzado distintos planes de recorte de costes y de producción que afectan a sus proveedores número 1 en la cadena que son, precisamente, los fabricantes de componentes. Según recoge Barclays, BMW ha rebajado sus estimaciones de producción para el tercer y cuarto trimestre del año sobre lo que preveía en agosto. La consultora IHS -referencia en el sector- estima una caída del 15% y 21%, respectivamente, respecto a lo producido un año atrás. Para Daimler la caída en los dos próximos trimestres se estima en un 30% y 15% consecutivamente; en Renault se prevé del 18% y 10%; y en el caso de Volkswagen, del 27% y el 14%. "Creemos que este gran reset de las estimaciones debería ser la última. Nos basamos, principalmente, en la mejora de situación en Malasia, que produce el 13% de los chips a nivel mundial, que ha sido lo que ha provocado, en parte, ese cuello de botella", apunta Barclays.
A todo ello, se ha unido una demanda que no repunta y que ha derivado en un drástico recorte de las previsiones de venta de automóviles este año. "Hemos rebajado el crecimiento estimado de la producción global de automóviles del 6% anterior al 3%", sostienen desde JP Morgan. "El profit warning de Faurecia es potencialmente el primero de otros tantos que le seguirán, ya que muchos proveedores de autos han basado sus expectativas para el año en unas estimaciones sobre el mercado muy optimistas", reconocen sus analistas, que creen, en cambio, que se trata de una situación pasajera y provocada "por la crisis de suministro" que estará resuelta para 2022.
Pandemia y suministro
Además, la salida de la pandemia ha dejado, dicen desde Bloomberg Intelligence, otra consecuencia negativa para los proveedores externos. Calculan que unos 4 billones de dólares están en riesgo a futuro si el sector sigue "buscando alianzas y joint ventures" para reducir el coste de la "externalización" y "crear modelos menos complejos tecnológicamente". Señala a GM, Stellantis, Renault-Nissan y Ford como "los más centrados en reducir costes a lo largo de la cadena de suministro" y a Honda, Hyundai y BMW como los menos.
El coste de esta escasez mundial de chips se ha disparado más de un 90% y se estima que les costará a los fabricantes de automóviles unos 210.000 millones de dólares (179.000 millones de euros) en 2021, según los datos de AlixPartners. Asimismo, la consultora estima que debido a esta situación se dejarán de fabricar cerca de 7,7 millones de vehículos en todo el mundo, lo que supone casi el doble de lo que había estimado el pasado mes de mayo (3,9 millones de unidades).
Fabricantes como Toyota anunciaron el pasado mes de septiembre un recorte en la producción del 40%, hasta situarse en las 500.000 unidades. El parón afectó, principalmente, a 12 factorías japonesas, lo que lastró la fabricación de hasta 50 modelos de la automovilística, aunque otras regiones también se vieron afectadas por esta medida. Por su parte, General Motors cerró el tercer trimestre del año con una caída en las ventas del 32,8% frente a 2020, hasta las 446.997 unidades, debido a la escasez de chips.
España
La falta de suministros, el incremento de las materias primas y el alza de los costes energéticos y logísticos están haciendo mella en la automoción. La patronal que engloba a los proveedores de automoción (Sernauto) revisó a la baja en septiembre su previsión de facturación para 2021 por este motivo.
Así, si en junio la patronal estimaba que para este año la facturación se incrementaría un 10% en tasa interanual, ahora prevé que el año acabe con un incremento del 6%, lo que supondría alcanzar los 32.012 millones de euros. Y es que todavía cuatro de cada diez proveedores afirman tener desabastecimiento de semiconductores.