
Banco Sabadell ha tardado en coger el ritmo de mejora del sector bancario español, pero parece que finalmente lo ha conseguido. La entidad presentó a finales de mayo un renovado plan estratégico bajo la premisa de caminar en solitario, después de que su fusión con BBVA hace casi un año hiciera aguas. Y el consenso lo ha sabido valorar. Desde entonces, la mejora de la previsión de beneficios para 2021 cuadruplica la que protagoniza el resto de las entidades españolas.
Los analistas han elevado en un 42% sus estimaciones de ganancias netas para la entidad catalana de cara al cierre del ejercicio, cuando se cree que su beneficio rozará los 290 millones de euros. El resto de las entidades registran, de media, una mejora del 10% en sus previsiones de ganancias para este año, con la salvedad de Bankinter a quien la venta de Línea Directa -salió a bolsa el pasado 29 de abril- distorsiona las cifras ante un beneficio extraordinario.
De cara al año 2022, los expertos creen que Banco Sabadell alcanzará un resultado neto de 434 millones de euros, un 50% superior a 2021, y volverá a crecer otro 31% para el año 2023, con casi 570 millones de euros. No obstante, es todavía insuficiente si se compara con la etapa pre-Covid. La entidad presidida por Josep Oliu cerró 2019 con un beneficio atribuido de 768 millones de euros.
A las puertas de conocer los resultados del tercer trimestre, los analistas creen que Sabadell constató a cierre de junio un claro cambio de tendencia. La entidad tiene en su hoja de ruta un crecimiento en el entorno del 5% del margen neto de intereses, rebajar el coste del riesgo a los 45 puntos básicos (frente a los 53 de junio y que era de 86 a cierre de 2020) y una rentabilidad sobre el capital del 6%. Además, ha logrado que su filial británica, TSB, logre beneficio neto positivo ya a cierre de junio.
Dobla su valor en bolsa
La mejora de estimaciones la ha reflejado en el mercado. Banco Sabadell acumula una trayectoria que ningún banco ha sido capaz de igualar en lo que va de 2021. Esta semana ha llegado a duplicar su capitalización respecto al 1 de enero, y se anota una revalorización del 105% frente a la media de los bancos del Ibex 35, del 35%. Parte de esa subida se explica también porque Sabadell estuvo a la cola del selectivo buena parte del año pasado y, en ocasiones, arrebataba el puesto a IAG como el valor con mayores pérdidas desde el estallido del Covid. Es algo que no ha cambiado. Su precio todavía se encuentra un 14% por debajo, frente al 3% de media de las entidades del Ibex. De hecho, solo Santander cotiza aún en niveles inferiores, con un precio un 15% por debajo del que tenía entonces.
La revalorización bursátil ha llevado a Sabadell a dejar de cotizar a valoraciones de derribo, con un precio sobre valor contable por encima de las 0,32 veces. No hay que olvidar que Sabadell llegó a cotizar con un descuento sobre sus fondos propios cercano al 90% en el peor momento de 2020. Es el más bajo, en todo caso, del sector nacional, que cotiza, de media a 0,5 veces, al igual que sus comparables de Italia y Francia.
Tras doblar su capitalización, la entidad catalana ha rebasado el precio objetivo que le concede el consenso, en 0,62 euros. De las seis firmas de análisis que han revisado sus previsiones sobre el banco en la última quincena, cuatro de ellas sí sitúan su potencial algo más allá de su nivel actual -sobre los 72 céntimos-. La más optimista es Alantra Equities que le da un nivel objetivo a doce meses vista en los 0,84 euros por acción.