
La estanflación está al caer, según avisa el estratega de inversión global de Bank of America, Michael Hartnett, en su último informe. En el mismo destaca cómo muchos inversores temen que la actividad post-pandémica empiece a ralentizarse mientras que la inflación puede acelerarse hasta niveles elevados con una política monetaria todavía ultraacomodaticia todavía en marcha.
Hartnett recuerda que durante la década de los 70, la estanflación hizo acto de presencia por primar vez cuando la crisis del petróleo y la depreciación del dólar provocaron un aumento simultáneo de las presiones sobre los precios y la tasa de desempleo. Echando la vista atrás, este estratega identifica tres fases de la estanflación y reconoce que ya estamos en la primera de ellas. Es por ello que desglosa cómo invertir en este contexto.
De esta forma sostiene que la estanflación apareció por primera vez en 1965 sin ninguna visibilidad ni anticipación. Esta fase inicial coincidió con la inflación y los tipos de interés al alza mientras que el mercado de valores también alcanzaba máximos históricos.
Si se observa el rendimiento de las acciones en varios segmentos del mercado entre 1965 y 1968, los valores de pequeña capitalización obtuvieron las mayores ganancias, con una rentabilidad total anualizada de más del 30%. Las acciones de valor y las tecnológicas también salieron airosas, con un repunte de más del 20% en aquella época.
En el otro lado de la balanza, las acciones con peor rendimiento fueron las de telecomunicaciones, que perdieron alrededor del 5% sobre una base anualizada durante la fase de estanflación. La inversión en bonos del Tesoro y en acciones de servicios públicos también fue la más golpeada.
La segunda fase comenzó en 1971 cuando el presidente Richard Nixon retiró a EEUU del patrón oro. Esta medida provocó un descenso del valor del dólar frente a otras divisas, lo que aumentó las presiones inflacionistas.
Materias primas
El fuerte aumento de la inflación puso fin al mercado alcista de los cincuenta valores populares de gran capitalización entre la década de los 60 y los 70 en la Bolsa de Nueva York, también conocidas como "Nifty Fifty". También azuzó la volatilidad e impulsó los alicientes para invertir en las materias primas.
Durante esta fase de estanflación, los valores de pequeña capitalización se convirtieron en los mayores perdedores tras liderar el mercado en la etapa anterior. Las materias primas fueron las ganadoras de la época, con un rendimiento anualizado cercano al 15% entre 1969 y 1973. Hartnett cree que la siguiente fase de estanflación comenzará en 2022.
La tercera y última fase de la estanflación comenzó en 1974 y terminó en 1981. Debido a la persistente inflación, los activos reales superaron a casi todas las clases de activos de entonces, señala el estratega. Los valores de consumo y tecnológicos fueron los más rezagados durante el periodo.