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El potencial reemplazo de Powell afectará a la renta fija y entorpecerá el tapering

  • Es probable que la izquierda de su partido le rechace, advierten
  • La actual vicepresidenta votó en contra de su confirmación en su día
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Mientras la presidenta de la Reserva Federal de San Francisco, Mary Daly, confesaba al Financial Times que el banco central estadounidense podría comenzar a reducir sus compras de deuda (tapering) a finales de este año, su homólogo en la Fed de Minneapolis, Neel Kashkari, ya indicó a elEconomista que un arranque en 2021 o comienzos de 2022 no supone una gran diferencia.

Sin embargo, en estos momentos, la Administración del presidente de EEUU, Joe Biden, guarda un importante as bajo la manga que amenaza con entorpecer el rumbo hacia la normalización monetaria. El mandatario contará en los próximos meses con la oportunidad única de dejar su impronta en el seno de la Fed, cuando decida quiénes serán los elegidos a los principales puestos, incluido el que regenta en estos momentos Jerome Powell.

Actualmente existe un puesto vacante en la Junta de Gobernadores de la Fed de siete miembros. A ello habría que sumar que el próximo 13 de octubre expira el periplo de Randall Quarles, un republicano, que hasta ahora ha ejercido como supervisor bancario de la Reserva Federal. No obstante su presencia en el consejo de gobierno puede alargarse hasta el 31 de enero de 2032. 

Más crítico aún es el mandato de Powell, otro republicano, como presidente de la Fed, que llega a su fin en febrero de 2022. Ocurra o no la revalidación de su cargo, su papel como miembro del consejo de gobierno expira el 31 de enero de 2028. Dicho esto, tradicionalmente si un presidente de la Fed no es reelegido suele también abandonar su papel en el seno del banco central. Por su parte, el recorrido del vicegobernador de la Fed, Richard Clarida, también republicano, llegará a su fin en septiembre de 2022.

A día de hoy, entre las principales mesas de inversión de Wall Street, los inversores descuentan ya la continuidad de Powell y avisan del riesgo potencial para los mercados si la Casa Blanca opta por sustituirlo. De hecho, Michael Hartnett, estratega jefe de inversión de Bank of America, incluye entre sus "imprevistos otoñales" la posibilidad de que Biden "no renueve a Jerome Powell como presidente de la Fed".

En este sentido, para el economista jefe de JPMorgan, Michael Feroli, existe una importante posibilidad de que Powell no sea revalidado debido a la presión de los demócratas más progresistas. "Dados los importantes poderes de regulación y supervisión del banco central, es probable que las voces de izquierda en la Administración no quieran que un republicano como Powell siga siendo presidente", justifica este experto.

Recordemos que la actual vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, votó en contra de la nominación de Powell a la presidencia de la Fed cuando era senadora por California. También lo hizo, la senadora por Massachussetts, Elizabeth Warren, una voz clave en el endurecimiento de la regulación financiera.

Prácticamente todos los altos cargos de la Fed actual son republicanos

Aún así, Gary Pollack, jefe de renta fija en Deutsche Bank, alertaba en una nota a sus clientes que si Biden decide reemplazar a Powell, "habrá una reacción negativa en el mercado de bonos" señalando la posible preocupación de los inversores de que la Fed "pierda su enfoque en la inflación" en favor de los objetivos sociales.

Actualmente, de los principales altos cargos de la Fed, todos, excepto la gobernadora Lael Brainard, son republicanos. Brainard es junto a Raphael Bostic, presidente de la Fed de Atlanta, algunos de los favorecidos por los demócratas para tomar las riendas de la Fed. 

Recordemos que en agosto de 2013, la carrera entre bambalinas entre Janet Yellen y Larry Summers por hacerse con la presidencia de la Fed pilló a los inversores con la guardia baja y envió los rendimientos del Tesoro materialmente al alza. Precisamente, por aquel entonces, el mercado desataba su pataleta ante las perspectivas de un anuncio de un potencial tapering.

Este es un primer paso antes de que la Fed implemente una potencia subida de tasas. En la actualidad compra aproximadamente 120.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas al mes. Está previsto que la Fed telegrafíe oficialmente su plan de recorte bien en el próximo simposio de Jackson Hole (Wyoming) a finales de este mes o en su reunión de política monetaria de septiembre.

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