
La compañía recibe una de las mejores recomendaciones para comprar sus acciones entre las grandes firmas farmacéuticas del mundo. Tras la integración de Shire, sus beneficios se estabilizarán alrededor de los 2.000 millones anuales. | Todo sobre el fondo asesorado por elEconomista, Tressis Cartera Eco30.
Hubo que esperar hasta 1912 para ver a un japonés participar en unos Juegos Olímpicos. En este caso, fueron dos los atletas nipones que se desplazaron a Estocolmo: Yahiko Mishima y Shizo Kanaguri; el primero, velocista, y el segundo, corredor de maratón. Pero la primera medalla olímpica no colgó del cuello de los japoneses hasta los Juegos de 1928, en Ámsterdam, cuando Mikio Oda saltó 15,21 metros y ganó el oro en triple salto. Ese año, la atleta Kinue Hitomi ganó también la medalla de plata en la carrera de los 800 metros.
Es curioso que la primera vez que Tokio iba a albergar unos Juegos -en 1940- se vio obligado a cancelarlos, del mismo modo que ochenta años después los tuvo que suspender por la pandemia.
Este verano, Tokio es el epicentro mundial del deporte, pero sin público en los estadios ni visitantes extranjeros, en parte por el aumento de casos de coronavirus en Japón en las semanas previas a las competiciones y por el bajo nivel de vacunación en el país asiático. Según Fortune, a finales de abril apenas un 1% de la población japonesa había recibido una dosis de la vacuna (y son 126 millones). En un primer momento, Japón reservó 120 millones de dosis tanto de Pfizer como de AstraZeneca, pero problemas de suministro y la aprobación de los reguladores parecen haber retrasado la vacunación.
En este contexto, Takeda, la segunda mayor firma farmacéutica de Japón, saltó a la arena y acordó en octubre comprar 50 millones de dosis de Moderna, pero la vacuna se aprobó en Japón en mayo y no estará disponible hasta 2022. Aún así, Takeda producirá y distribuirá 250 millones de dosis de la vacuna de Novavax cada año, que empezarían a inyectarse a finales de este año o principios del que viene, según informaba Reuters en mayo.

Takeda, que forma parte del fondo Tressis Cartera Eco30, asesorado por este periódico, se convirtió en una farmacéutica global cuando adquirió la irlandesa Shire en 2018 por una suma multimillonaria, que condicionó los resultados de los últimos años. Si en 2020 obtenía un beneficio neto extraordinario de 3.000 millones de euros, para este año y los dos siguientes, el consenso de analistas que recoge FactSet prevé que el beneficio se estabilizará por encima de los 2.000 millones.
Entre las compañías farmacéuticas más valiosas en bolsa, con una capitalización superior a los 40.000 millones de euros, Takeda está entre las que reciben el visto bueno de los analistas para comprar sus acciones, junto con AstraZeneca, AbbVie o Merck & Co.
Este viernes, Takeda presentó su balance del primer trimestre del año fiscal 2021 (abril-junio). La compañía informó de un aumento de los ingresos del 18% con respecto al mismo periodo del año anterior y además duplicó el beneficio neto, en ambos casos mejorando las estimaciones del mercado. Destaca el crecimiento de las ventas de dos de sus tratamientos más rentables, por encima del 20% con respecto al mismo trimestre del año anterior: son los fármacos Entyvio y Vyvanse.