Bolsa, mercados y cotizaciones

El 'T-Note' se rebela contra unos analistas que prevén pérdidas del 3%

  • El bono americano se acerca al 1% mientras el consenso apunta al 2%
  • Sólo HSBC cree que la dirección de la rentabilidad del bono es a la baja
Imagen: Archivo

El año 2021 está siendo complejo para el activo considerado libre de riesgo por excelencia: el bono estadounidense a 10 años. En la primera semana del año el título superó la cota del 1% de rentabilidad por primera vez en 9 meses, y esto sólo fue el principio de un incremento que llevó al bono hasta el 1,74% de rentabilidad, el pasado 31 de marzo. Este rally de sus rendimientos tuvo como base las expectativas de recuperación que se formaron con la llegada de la vacuna, y los repuntes en las expectativas y en los datos de inflación que estaban produciéndose.

Con tasas que han alcanzado el 5,4% en Estados Unidos, y unas expectativas del 2,54% para dentro de 10 años (el swap de inflación 5y5y en el país llegó a alcanzar esta cota el pasado 14 de mayo), parecía lógico que el mercado exigiese al bono una rentabilidad superior para poder considerarlo una inversión atractiva.

Eso, al menos, es la opinión que mantienen la mayor parte de analistas, que esperan repuntes en las rentabilidades de la deuda estadounidense durante los próximos trimestres, que debería llevar al título hasta el 2% en el tercer trimestre del año que viene. Sin embargo, desde que el T-Note tocó máximos anuales de rentabilidad en marzo, esta no ha dejado de caer, y ha llevado al título hasta el entorno del 1,2% en el que se mueve actualmente, poniendo en duda las previsiones de los analistas, que para este trimestre ya esperaban un bono en el entorno del 1,7%.

Desde los niveles actuales, si se cumplen las previsiones del consenso de analistas que recoge Bloomberg, los inversores que tengan exposición al bono estadounidense van a ver como su inversión se desinfla a un ritmo que, tratándose de renta fija, será acelerado.

El consenso sitúa al bono en el 1,68% de rentabilidad este trimestre, y en el 1,79% para el que viene. Por precio, esto supondría pérdidas del 3,24% en el más corto plazo. La previsión del 2% de rentabilidad para dentro de un año, en el tercer trimestre de 2022, supondría pérdidas del 7% con el título en ese periodo. Para aquellos analistas que creen que el bono puede alcanzar una cota del 2,3% en los próximos meses, las caídas por precio serían del 8,13%. La previsión más alta de rentabilidad que maneja cualquier analista, entre los que recoge la agencia, es el 2,9% que esperan en Amherst Pierpoint Securities para el último trimestre de 2022. Eso supondría perder casi un 14% de precio en poco más de un año, si se cumplen las estimaciones.

Una previsión contraria

No todo el mundo cree que el bono americano va a dejar pérdidas en los próximos meses, pero la mayoría es abrumadora. En Bloomberg recogen la opinión de 58 analistas, y sólo hay uno que cree que el bono americano se moverá hacia la cota del 1% de rentabilidad. Se trata de Steven Major, responsable de análisis de renta fija de HSBC.

Si fuese otro quien estuviese remando a contracorriente, es posible que esta previsión se tomase menos en serio, pero el historial de Major a la hora de acertar con este tipo de estimaciones contrarias al consenso durante los últimos años obliga a tener en cuenta su opinión como una posibilidad que no se debe descartar.

En 2018, Major y su equipo encadenaban 4 años consecutivos siendo los número 1 en el análisis de renta fija soberana, según la encuesta que Euromoney realiza con la opinión de más de 1.500 inversores.

A comienzos de 2019 Major y el equipo de HSBC acertaban con una previsión contrarian. De forma similar a lo que ocurre ahora, en aquel momento encontrar un analista que esperase un buen año para la renta fija era casi misión imposible. Major, sin embargo, sí lo creía y avisó desde un primer momento que, frente a lo que señalaba el consenso, él no veía señales de inflación. "Todo el mundo habla de la inflación, pero yo miro a los datos, y puedo probar que es lo contrario", explicó entonces en una entrevista concedida a elEconomista. 

Ahora, el equipo de renta fija de HSBC está volviendo a tener éxito con su estimación. En abril, cuando el bono americano se movía en el entorno del 1,7% y el consenso miraba hacia arriba, Major explicaba a elEconomista que era "muy difícil" que el bono alcanzase el 2%. "En estos niveles es muy complicado que puedan seguir las ventas. Hay muchas expectativas de inflación descontadas en ese precio y este nivel asume que la Fed se ha equivocado y que empezará a subir tipos el año que viene, y eso es asumir demasiado", explicaba. "Yo creo que la Fed está en lo cierto y la inflación es temporal, y apuntamos al entorno del 1% para el bono a final de año", destacaba. Esta sigue siendo la estimación de Major y HSBC, la única que apunta a que habrá ganancias con el precio del bono en los próximos meses.

En los próximos cinco meses sabremos si el consenso de analistas estaba en lo cierto, o si, de nuevo Major acierta con su previsión de inflación y su apuesta por caídas de rentabilidad en el bono americano. Ayer, durante la sesión, llegó a bajar hasta el 1,12%.

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