Mircea Popescu era considerado como una de las figuras más controvertidas en el mundo de las criptomonedas. Este rumano, de 41 años, que llegó a ser por parte de muchos aficionados a esta moneda digital como "el padre de la toxicidad del bitcoin", murió ahogado en una playa de Costa Rica.
Popescu falleció dejando una enorme fortuna en bitcoins, que podría estimarse como mínimo en 1.000 millones de dólares. Lo curioso es que, según informan varios expertos, todos sus bitcoins pueden haberse perdido para siempre.
Algunas estimaciones cifran en 30.000 los bitcoins que tenía almacenados Popescu. En el momento álgido de la criptomoneda en el mes de abril, sus ganancias equivaldrían a 2.000 millones, quedándose a día de hoy en la mitad debido a su actual valor.
Todas sus ganancias pueden haberse quedado en un limbo, ya que hay muchos informadores que especulan con que Popescu tenía una clave de la que nadie podría tener acceso a ella.
"Si nadie tiene acceso a las claves, esas monedas podrían 'perderse' para siempre en el sentido de que simplemente se quedarán en sus billeteras sin la capacidad de ser liquidadas", confirma el CEO de Voyager Digital, Steve Ehrlich, a MarketWatch.
Según los informes policiales, Popescu ingresó al mar y fue arrastrado por la corriente en una zona no apta para nadar en la que recomiendan no acceder solos, o por lo menos sin personas o surfistas cerca a quienes pedir ayuda en caso de emergencia.
