
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, mantiene su foto con 'ojos de láser' en su cuenta de Twitter. Esta señal, una broma en el mundo de las criptomonedas con la que se muestra el apoyo a las mismas, no es sino la muestra de la apuesta de un gobierno por la difusión de las criptodivisas, cuyo último exponente es regalarle el equivalente a 30 dólares (unos 25 euros al cambio actual) a cada ciudadano adulto que se registre en la aplicación gubernamental para el intercambio de bitcoins.
De esta forma, los salvadoreños que se registren en la cartera digital denominada Chivo percibirán esa cantidad, una forma de incentivar que la ciudadanía asuma el bitcoin como moneda de intercambio habitual, más allá del dólar americano, que continuará siendo la moneda oficial del país como lo lleva siendo desde 2001.
Bukele fue uno de los principales protagonistas del encuentro sobre bitcoin que tuvo lugar hace unas semanas en Miami, al anunciar que su gobierno reconocería a esta criptodivisa como moneda de curso legal. El parlamento salvadoreño lo aprobó días después.
El Ejecutivo del país insiste en que la capitalización de mercado del bitcoin supera los 600.000 millones de dólares, y que el adoptar la divisa supone una oportunidad para atraer inversión, evitar comisiones de intermediarios en las remesas que recibe el país desde el extranjero -y que supone un alto porcentaje de su economía- y para protegerse de la inflación.
Bukele ha tranquilizado a los críticos y escépticos afirmando que las cuentas bancarias, así como los salarios y las pensiones, seguirán siendo en dólares.
Con la nueva ley, que entrará en vigor el 7 de septiembre, los consumidores pueden pagar a las empresas con bitcoins desde sus cuentas por artículos listados en dólares. No obstante, si los dueños de negocios quieren recibir el pago en dólares, pueden presionar un botón en la aplicación 'Chivo' para convertir los bitcoins inmediatamente a dólares, según Bukele.
El Gobierno brindará capacitación a las empresas sobre las transacciones de la criptodivisa y buscará mejorar la penetración de Internet y los teléfonos móviles para alentar el uso de la criptomoneda, ha añadido el presidente. Por su parte, las empresas que tecnológicamente no puedan recibir pagos electrónicos quedarán excluidas de la ley.
La puesta en marcha de esta ley, sin embargo, no ha sido bien recibida por organismos y agencias internacionales. Hace unas semanas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) avisó de los "riesgos significativos" de adoptar la criptodivisa como moneda de curso legal, mientras que la agencia calificadora de riesgo Fitch apuntó que la adopción del bitcoin como moneda en el país puede incrementar los riesgos regulatorios para instituciones financieras, incluyendo la posibilidad de violar leyes contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo.