
La última reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) trajo consigo un mensaje implícito. Por mucho que su presidente, Jerome Powell, insistiera en que las presiones inflacionarias serán transitorias, tanto las perspectivas económicas como el diagrama de puntos (dot-plot), donde se proyecta el rumbo de los tipos de interés, revelan un grupo de funcionarios menos tolerante a un rebasamiento de la inflación de lo que se pensaba.
Al menos eso indican Tiffany Wilding y Allison Boxer, economistas para Estados Unidos de PIMCO. "El enfoque de los participantes en el FOMC ha pasado de gestionar los riesgos a la baja de la economía a gestionar los riesgos al alza de las expectativas de inflación" explican en su análisis.
Al fin y al cabo, 7 de los 18 miembros del Comité (de los cuales solo 11 votan) esperan ya que los tipos sean más altos a finales del próximo año mientras 13 miembros esperan que esto ocurra a lo largo de 2023. El cambio en el dot-plot refleja que más y más miembros han adelantado sus expectativas de un eventual endurecimiento de la política monetaria.
"Seguimos considerando que los riesgos están equilibrados hacia un FOMC de tendencia agresiva", señala Andrew Hollenhorst, economista de Citi. El cambio de tónica pilló por sorpresa a los mercados. El rendimiento del Tesoro a 10 años aumentó 8,2 puntos básicos, el dólar avanzó y el oro cayó.
Al respecto justifica como las palabras de Powell implican que la Fed ha iniciado un debate más significativo sobre la reducción de las compras de activos (incluso si es demasiado pronto para una "señal" explícita). También insiste en que los puntos para 2022 pueden mostrar una migración hacia una potencial subida de tipos tan pronto como el año que viene.
"Seguimos apostando por una primera subida de tipos en diciembre de 2022" insiste proyectando que el anuncio del plan para la reducción de las compras de activos, que actualmente alcanza los 120.000 millones de dólares mensuales, se formalizará en septiembre. De esta forma, una reducción de dichas compras de 15.000 millones de dólares al mes podría ocurrir tan pronto como el próximo diciembre.
Ellen Zentner: "Ahora el Comité ve una economía que puede necesitar menos apoyo político para lograr los mismos resultados"
No obstante, otras mesas de inversión, como es el caso de Morgan Stanley, no esperan que la reducción en la compra de activos (tapering, en la jerga financiera) se anuncie formalmente hasta marzo de 2022.
"La Fed consolidó un cambio de tono más agresivo y sentó las bases para una mayor flexibilidad política en los próximos meses" asegura Ellen Zentner, economista de Morgan Stanley. Según aclara, los cambios en las previsiones indican que el FOMC puede haberse equivocado anteriormente al sobrestimar el tiempo que necesitaría mantener el pie en el acelerador para lograr los resultados económicos que desea. "Ahora el Comité ve una economía que puede necesitar menos apoyo político para lograr los mismos resultados", añade.
Aumenta la posible pataleta del mercado
Los estrategas del banco consideran que aumentan los riesgos de un movimiento al estilo del "taper-tantrum" (o la rabieta sufrida en 2013) en los rendimientos reales. También esperan que el dólar continúe su tendencia alcista, especialmente con su para canadiense y el euro, pero recomiendan cerrar posiciones largas en la divisa neozelandesa y el yen.
Sam Stovall, director de inversión de CFRA, incurre de nuevo en el hecho de que siete miembros del Comité esperan ya una subida de tipos tan pronto como en 2022, frente a los cuatro de marzo. Bajo este panorama observa cómo en el segundo trimestre del año que viene el rendimiento a 10 años debería aumentar hasta una media del 1,90% en el segundo trimestre de 2022.
Como consecuencia de la aceleración del ritmo de los ajustes "esperamos que aumente la volatilidad del mercado bursátil, a medida que se intensifique el tira y afloja entre alcistas y bajistas", avisa. Aunque, eso sí, mantiene su objetivo a 12 meses para el S&P 500 en los 4.620 puntos.
Por su parte, Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro, manifiesta que los precios de la renta variable aguantarán bien y siguen siendo populares entre los inversores mientras la Fed avanza hacia la reducción de su programa de compra de bonos y la subida de tipos.
"Las expectativas de inflación y de tipos del mercado ya se han ajustado al alza, los mercados subieron durante el repunte de los rendimientos de los bonos en el primer trimestre y el "taper tantrum" de 2013 enmascaró el mejor año de la década para la renta variable", concreta.
Para Laidler, las perspectivas de un mayor crecimiento de los beneficios y un aumento de los rendimientos de los bonos probablemente harán que los llamados valores cíclicos, como los financieros, las materias primas y las pequeñas capitalizaciones, así como los mercados internacionales más baratos y cíclicos, como el Reino Unido y Europa, se vuelvan populares entre los inversores