
En la historia de Fluidra ha habido importantísimos hitos que la han llevado hasta aquí, hasta ser galardonada con el premio especial a la Creación de valor. Conviene detenerse en algo que sucedió en septiembre de 2007, un mes antes de su salida a bolsa. Quizás es una simple anécdota dentro de un sinfín de logros a lo largo de su carrera bursátil, pero entonces, la dirección de la empresa catalana decidió cambiar el nombre de la compañía, llamada hasta entonces Aquaria, por Fluidra, que era la denominación de su negocio de piscinas, con el objetivo de clarificar al mercado cuál iba a ser su única prioridad a partir de entonces. De hecho, el propio Eloi Planes, en una entrevista a comienzos de febrero de este año, aludía a las tres claves del éxito de la empresa: "Transformación interna, la fusión con Zodiac y la especialización en el segmento de las piscinas".
Pero el valor para el accionista se demuestra en rentabilidad y ahí Fluidra no ha fallado. Aunque la primera década tras empezar a cotizar fue una larga travesía por el desierto sirvió para sentar las bases de la explosión de valor que vino después. En el total, desde la OPV se ha revalorizado un 500% (un 14% anualizado), sin contar dividendos. Planes, agradeciendo el premio, destacaba el mérito que tiene tener una empresa de más de 7.000 millones de capitalización para unos fundadores que habían puesto 6.000 pesetas de capital inicial hace 62 años.
La principal consecuencia de esto es su acercamiento en los últimos años al Ibex 35, del que solo la separaba un bajo free-float y volumen negociado, algo que quedó solventado con la desinversión realizada por el que era hasta enero su primer accionista, el fondo Rhône Capital, que ha reducido su posición hasta el 16,6% (tras otra colocación en el mes de mayo) frente al 34% que poseen las familias fundadoras. Eso le allanó el terreno para que a finales de marzo, aprovechando la fusión entre Bankia y CaixaBank, Fluidra entrase a formar parte del selectivo referencia español, poniendo otra bandera en la cronología de los hitos de la empresa.
Para entender bien lo que es Fluidra hay que partir de una operación, la fusión con Zodiac, que ha aflorado cuantiosísimas sinergias (de las que todavía sacan rédito) económicas y que le ha abierto las puertas del mayor mercado del mundo para el sector, como es el norteamericano, que copa el 49% del total. Para Fluidra, este mercado supone ya el 35% de sus ingresos, frente al 46% de Europa y el 19% del resto del mundo (principalmente Asia y Australia).
Por otro lado, pese a que es una empresa industrial y de ahí recoge un cierto sesgo procíclico, cada vez queda más al resguardo de estos vaivenes. Ellos mismos consideran que el 90% de sus ventas son muy resilientes, bien porque son dirigidas al parque de piscinas ya construidas (after-market) o bien porque tienen en cuenta el mínimo de construcciones anuales del que no se baja.
Potencial solo para cuatro analistas
La principal derivada de su fuerte ascenso en el parqué es que para una gran parte de los analistas Fluidra se ha quedado sin recorrido para seguir ascendiendo. De hecho, solo cuatro de las 16 casas de análisis que recoge Bloomberg le dan algo de potencial, mientras que, de media, creen que está un 10% por encima de su precio objetivo. En cuanto a recomendación, se sitúa en el puesto 24 de La Liga Ibex de elEconomista (combinada entre los consejos de Bloomberg y FactSet).
El caballo de batalla para que Fluidra pueda seguir al alza es sin duda la expansión de sus márgenes, algo en lo que confían que suceda al calor de mayores sinergias, operaciones corporativas, mayor eficiencia industrial e innovación de valor añadido para subir precios. Este es uno de los pilares del plan estratégico, revisado en abril y que apunta a incrementar 50 puntos básicos el margen ebitda cada año hasta 2025. También señalaron el objetivo de obtener un crecimiento anual del 6% en ventas y un 15% en beneficio en efectivo que dejaría el ebitda en 540 millones aproximadamente, casi un 70% más que lo reportado en 2020.
No hay que olvidar el dividendo, aunque Fluidra no haya sido nunca una compañía que destacase en este ámbito. Su objetivo de mantener un payout del 50% podría hacer que su pago por acción alcanzase los 0,92 euros de cara a 2025, lo que ya sería lograr, a precios actuales, una rentabilidad en torno al 3,5%.